Telefónica lanza un mensaje de fortaleza pese a la crisis venezolana
ING prevé una merma de beneficios de 4.425 millones en tres años para la operadora, que ayer cedió el 3,19%
Telefónica hizo ayer un llamamiento a la calma. Sus previsiones de resultados a corto y medio plazo permanecen inalteradas pese a la megadevaluación en Venezuela, al igual que los dividendos prometidos, aseguró. Pero algunos analistas no están de acuerdo. ING calcula un impacto de 4.425 millones en los beneficios de tres años. La acción de la operadora bajó ayer al cierre un 3,19%.
Todos los ojos del equipo directivo de Telefónica estaban puestos en la reacción de los inversores ante la noticia de la devaluación del 50% de la divisa venezolana, el bolívar. Y no fue buena. Sufrió la mayor caída desde enero del año pasado, y le supuso perder 2.780 millones de euros de capitalización.
La cotización de la operadora amaneció ya con una fuerte caída y en Telefónica no esperaron más. El mercado necesitaba un mensaje de confianza en las cuentas de la compañía y en su capacidad de superar el varapalo del otro lado del Atlántico. La solución elegida fue reafirmar las previsiones de resultados a corto y a medio plazo, así como el pago de los dividendos prometidos. Las tres agencias financieras internacionales fueron las encargadas de difundir el mensaje, que luego se comunicó a la CNMV.
Telefónica mantiene su compromiso de elevar el dividendo a 1,75 euros por título hasta 2012
Con la reafirmación de sus previsiones, Telefónica mantiene su compromiso de obtener un beneficio por acción de 2,10 euros este año y de elevar el dividendo a 1,75 euros por título hasta 2012. Los mensajes son claros: por una parte, se garantiza la rentabilidad; por otra, la capacidad de generar caja y de ponerla a disposición de los accionistas.
Lo que no hizo Telefónica fue cifrar el impacto de la devaluación del bolívar en sus cuentas. La pérdida sólo en dividendos de su filial supera los 1.000 millones, a lo que hay que sumar el efecto en los fondos propios y en la merma de ingresos, que se producen en una moneda que hoy vale un 50% menos frente al dólar de lo que lo hacía el viernes pasado. Telefónica tampoco ha desvelado en qué año fiscal repercutirá las pérdidas. Asumirlas en el ejercicio 2009, para cuando no hay estimación de beneficio neto, puede ayudar a cumplir la previsión de 2010.
Con las cifras de la filial venezolana en la mano, el mayor riesgo para Telefónica a futuro procede de la reducción en el flujo de caja que aporta la participada. Y es que, aunque la contribución de la operadora local a los ingresos del grupo en los resultados hasta septiembre fue del 6,3%, en el caso del Ebitda la aportación se eleva al 8%. Si se toma en cuenta el flujo de caja libre, Venezuela fue responsable del 9,2% del total del grupo.
El problema para Telefónica es que el peso de Venezuela va más allá de lo que reflejan sus cuentas. La operadora local se ha convertido en los últimos años en una máquina de rentabilidad y de hacer dinero. Sin que su base de clientes haya logrado una expansión acelerada (el crecimiento anual era en septiembre del 3%), los casi doce millones de usuarios, casi todos de móvil, que Telefónica tiene en el país reportan a la operadora el ingreso medio por abonado más alto de todos los mercados donde opera en Latinoamérica. Por supuesto, buena parte de ello es resultado de la inflación venezolana (el 20% antes de la devaluación), pero ha permitido a la filial lograr un crecimiento del 40% en los ingresos hasta septiembre, que se situaron en 2.611 millones, y de casi el 60% en el flujo de caja libre. Y eso en un momento en que la crisis internacional ha lastrado el crecimiento del grupo hasta hacerlo negativo.
Preocupación de los analistas
Por eso, algunos analistas pasan por alto la llamada a la calma de Telefónica y auguran cifras milmillonarias de impacto en sus resultados por la devaluación. ING es uno de ellos. Su preocupación no es sólo por la actual devaluación, sino también por el hecho de que la operadora tendrá que cambiar la forma en la que está contabilizando sus operaciones en Venezuela y empezar a usar la contabilidad especial requerida para los países con hiperinflación, como será el caso del país latinoamericano.
Todo ello provocará que Telefónica "incumpla su promesa de beneficio neto por acción para 2010 de 2,10 euros por un 15%", señala ING. "Esto supondría la cuarta revisión de sus previsiones en 11 meses y añade preocupación sobre los objetivos de dividendos de la operadora a medio plazo". La casa de análisis ha recortado un 4% su previsión de ingresos de Telefónica en 2010, un 5% la del Ebitda y un 9% en el flujo de caja. El beneficio neto se ha llevado la peor parte, un 27% inferior al que calculaba ING hace una semana, y eso que ya no era una previsión demasiado optimista.
En términos absolutos, ING considera que el impacto de la devaluación del bolívar y de la nueva contabilidad provocará una merma de ingresos de 7.274 millones entre 2010 y 2012. Los menores beneficios serán de 4.425 millones en el mismo plazo. La casa de análisis también calcula una subida de la deuda, por la menor repatriación de fondos.
Morgan Stanley es algo más positiva que ING, pero su conclusión principal es parecida: Telefónica no cumplirá su promesa de tener un beneficio de 2,10 euros por acción este año. El banco de inversión cree que la cifra se quedará en 1,74 euros. En total, Morgan Stanley cifra la merma de beneficios desde 2010 a 2012 provocada por la devaluación venezolana en 2.333 millones.
Curiosamente, estos analistas consideran que el menor impacto se dará este año, con 671 millones menos, y que el efecto irá aumentando cada ejercicio. La explicación está en que la devaluación del 50% anunciada este fin de semana les parece poco. Tomando como referencia el cambio del dólar en el mercado negro, Morgan Stanley cree que el Gobierno seguirá devaluando el bolívar en los próximos años.
De ahí que los expertos de este banco de inversión hagan una recomendación a Telefónica: que acuda al mercado negro. Ya que el principal problema de la operadora es que las autoridades venezolanas no le permiten repatriar fondos del país, Morgan Stanley aconseja saltarse el cauce oficial. El problema es que en el mercado negro el cambio ronda los seis bolívares por dólar, lo que implica una pérdida adicional del 28% sobre la devaluación del 50% anunciada, ya que el tipo de cambio oficial quedó en 4,3 bolívares frente a los 2,15 que regían la semana pasada. Eso sí, el banco remarca que use esa opción sólo si necesita los fondos, aunque como prevé que haya devaluaciones adicionales, tampoco lo considera dramático.
Intereses españoles
Poca exposición en venezuela-Mapfre. Los analistas consultados consideran reducido el impacto que tendrá la devaluación del bolívar en sus cuentas. La aseguradora captaba a septiembre un 5% de sus primas y un 2% de su beneficio bruto en Venezuela. El grupo rehusó hacer comentarios ayer.-BBVA. El segundo banco español tampoco se verá muy perjudicado. "Venezuela ya contaba con una prima de riesgo alta y es improbable que contagie a los mercados importantes de América Latina", comenta un analista. BBVA cosecha un 4% de sus beneficios en el país caribeño. Ganó ahí 206 millones (+25,2%) de euros al cierre del tercer trimestre.-Repsol. La devaluación del bolívar tendrá un efecto "inapreciable" para el negocio de Repsol YPF en el país, según la compañía. El grupo asegura tener todos sus ingresos en el país vinculados, directa o indirectamente, al dólar, y no al bolívar, por lo que no sufrirá el efecto de la devaluación.-Iberdrola. La empresa no se verá afectada por la decisión del Gobierno venezolano, ya que sus contratos en el país se suscribieron en su mayor parte en dólares.