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Las instalaciones del Mundial 2014

Sacyr puja por construir y mantener estadios de fútbol en Brasil

Sacyr ha tomado posiciones en los primeros concursos de obra relacionados con el Mundial de Fútbol que acogerá Brasil en 2014. La organización ha optado por la colaboración público-privada para levantar los nuevos estadios y la española ya puja por el Arenas das Dunas, en la ciudad de Natal.

Con un Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, Brasil será todo un centro de atención y negocio durante esta década. Dos eventos que van a cambiar la fisonomía del país y para los que se ha comenzado a acudir a la iniciativa privada para ejecutar los planes de infraestructuras. Por el momento, dos firmas españolas, Sacyr y OHL, están tomando posiciones.

La primera de estas citas, el Mundial, precisará tres estadios que tendrán que ser levantados desde los cimientos. Para las nueve sedes restantes están proyectadas fuertes reformas.

La organización del Mundial y el propio Gobierno de Lula da Silva han optado por la colaboración privada, a cambio de ceder la explotación de las instalaciones, con el fin de aliviar la carga sobre el déficit que lleva aparejada la inversión prevista.

El modelo concesional es todo un terreno por explotar en los grandes centros deportivos. En Brasil se están concibiendo como complejos multiusos -con palcos, restaurantes, bares y aparcamientos privados- integrados en desarrollos urbanísticos, hoteleros y comerciales.

En este contexto se han puesto en marcha los tres primeros concursos y Sacyr ya ha metido la cabeza en uno de ellos a través de su filial portuguesa Somague. Al otro lado del Atlántico, Brasil es su mercado natural, donde ya gestiona depuradoras en São Paulo y opta a grandes obras portuarias. Además, Somague atesora referencias como el estadio luso del Benfica.

Fuentes cercanas a estos procesos aseguran que OHL también estudia pujar por distintas infraestructuras. Y es que además de los campos de fútbol, el Ministerio de las Ciudades prepara para este mes de enero un paquete multimillonario de financiación con el fin de mejorar las comunicaciones y transportes de las localidades que servirán de sede. Esto incluye mejoras en los aeropuertos, carreteras y puertos, nuevos hoteles, obras de metro, tranvía y carriles bus.

Dos estadios a concurso

Tras una primera licitación con escasa concurrencia, la segunda llamada del Comité Organizador de la Copa del Mundo 2014 para construir y explotar un estadio ha atraído a las grandes constructoras brasileñas, con las que Sacyr se está midiendo ya en el concurso del Arena das Dunas, en la ciudad de Natal.

Con el plazo abierto hasta el 22 de febrero para la presentación de las propuestas, su filial Somague ha formado consorcio con Queiroz Galvao y con Carioca Christiani-Nielsen. Sus rivales son Odebrecht, Encalso, OAS, Construcap, A. Gaspar y Coengen.

En la titularidad de esta infraestructura tendrán sitio el Estado, la ciudad de Natal y el constructor. Al parecer, la puntuación en el concurso estará directamente relacionada con el grado de implicación que el gestor privado asuma en el capital, con un mínimo del 10%. Finalizadas las obras, la constructora se hará cargo de la conservación a cambio de una concesión por un plazo que ronda los 30 años.

De forma paralela acaba de arrancar la licitación de una tercera instalación que será subsede en el Mundial. Se trata del Arena Capibaribe, en San Lorenzo de Mata. Las propuestas para construirlo y operarlo deberán presentarse el 5 de febrero y un mes después arrancará la obra.

El calendario marcado por la FIFA no admite retrasos y a lo largo del semestre se esperan nuevos concursos.

Mínima concurrencia en el primer concurso

El primero de los tres estadios que se estrenará casi con el Mundial de 2014, y que ya ha sido concedido a un consorcio privado, es el de Fonte Nova, en Salvador de Bahía. El concurso contó con un único participante, el consorcio formado por Odebrecht y OAS, que será el encargado de derribar las viejas instalaciones y levantar un nuevo complejo antes de que finalice 2012.La concesión está valorada en 240 millones de euros y las fuentes consultadas aseguran que la mínima concurrencia de ofertas se debe a lo novedoso del modelo PPP en grandes centros deportivos. El contrato contempla un periodo de 35 años de explotación con una posible prórroga de otros 35 años. El 65% del montante económico de la obra ya tiene financiación del BNDES, además de diversas exenciones fiscales.

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