San Petersburgo, nueva cuna de la cultura y el romanticismo en Europa
La antigua capital imperial rusa, San Petersburgo, se ha incorporado a la liga de las grandes ciudades turísticas europeas al superar a la romántica Venecia (norte de Italia) en número de visitantes extranjeros.
"San Petersburgo está cada vez más de moda y ya se encuentra en el mismo grupo que otras ciudades con mejores comunicaciones como Praga, Viena y Amsterdam", aseguró a EFE Serguéi Kornéev, vicepresidente de la Unión de la Industria Turística de Rusia (UITR).
Según los últimos datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT), la antigua capital de los zares recibió más de 3 millones de turistas extranjeros en 2009, datos que coinciden con los que maneja la UITR. "Hemos superado a Venecia en número de visitantes procedentes del extranjero", añadió Kornéev.
De esta forma, San Petersburgo se sitúa en el puesto número 12 de las ciudades europeas más visitadas, cada vez más cerca de Viena, Praga y Amsterdam, que recibieron el año pasado entre 3 y 4 millones de visitantes.
De mantenerse esta tendencia, la segunda ciudad rusa podría superar en pocos años a la capital, Moscú, ciudad que carece del encanto de San Petersburgo, pero que acoge la Plaza Roja y el Kremlin, corazón político, histórico y cultural del país.
Tradicionalmente, San Petersburgo ha sido, desde su fundación en 1703 por Pedro I "El Grande", la ciudad más europea de Rusia, pero ha adolecido de graves problemas de seguridad ciudadana, insuficiente infraestructura hotelera, pobres comunicaciones y exceso de burocracia.
Pese al dramático impacto que la crisis ha tenido en la economía rusa, esos problemas han sido en gran medida subsanados durante los últimos dos años a través de ingentes inversiones del Gobierno local y central.
"El número de delitos cometidos contra turistas es menor que en el resto de ciudades turísticas europeas, incluido París. La seguridad ya no es un problema", apuntó Kornéev sobre la ciudad que era conocida antaño como la "capital criminal" de Rusia.
En cuanto a los hoteles, en 2009 "se habilitaron más de 2.000 nuevas habitaciones", aunque su precio sigue siendo prohibitivo para el turista con ingresos medios.
"Como los hoteles son tan caros, los turistas han acortado su estancia de tres días y medio a menos de tres días", apuntó Kornéev, que matiza que, eso, no afectó al incremento en el número de turistas que visitaron la ciudad bañada por el Neva.
También han mejorado ostensiblemente las facilidades que la ciudad ofrece al turista en forma de quioscos de información en el centro de la ciudad con más empleados que hablan inglés, además de un mayor número de indicadores en alfabeto latino.
Con todo, lo que ha dejado de ahuyentar a los turistas es el hecho de que los trámites burocráticos que apenas habían sido modificados desde la época soviética hayan sido simplificados en los consulados rusos de todo el mundo.
"Los turistas ya no sólo vienen a visitar los museos y palacios de los zares, sino que ahora viajan a San Petersburgo expresamente para recorrer sus canales y dar paseos románticos", indicó.
A decir verdad, el río Neva que divide la ciudad en varias partes y sus innumerables canales, que le asemejan a Venecia y Amsterdam, han impedido a los planificadores de la ciudad tender muchas líneas de metro, lo que no deja otra opción al turista sino a andar.
"Cada vez tenemos más turistas individuales, que viajan tras hacer sus reservas por Internet. La UITR mantiene actualmente conversaciones con Yahoo para que ofrezca más información sobre San Petersburgo en la red", comenta.
En una decisión sin precedentes, el museo del Hermitage, una de las pinacotecas más visitadas del mundo, adoptará próximamente un precio común para visitantes rusos y extranjeros a petición expresa de la industria turística nacional.
Kornéev explicó que los extranjeros que visitan el museo nunca han llegado a entender porqué se les discrimina frente a los rusos al exigirles que paguen varias veces más por una entrada al Hermitage.
"En ningún otro lugar existe esa práctica", añadió, y cifró en 200.000 el aumento en el número de visitas que registró el museo en el 2009.
Entre los principales atractivos turísticos de San Petersburgo figuran sus museos, los palacios de descanso de los zares, sus canales, el crucero Aurora, cuyo cañonazo dio comienzo al asalto del Palacio Real en 1917, sus teatros musicales y de ballet, y las noches blancas de junio.
En cualquier caso, San Petersburgo, que fue la capital rusa entre 1713 y 1918, aún está lejos de otras ciudades europeas como París y Londres, que encabezan la lista con más de quince millones de visitantes anuales.