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Dieron por rotas las negociaciones

Ordóñez insta a Caja Duero y Caja España a retomar su fusión

El Banco de España instó ayer a Caja Duero y Caja España a seguir dialogando a pesar de haber dado por roto el lunes su proceso de fusión. La Junta de Castilla y León reiteró la necesidad de la operación. Caja España se muestra abierta a seguir dialogando. Caja Duero se pronuncia hoy.

Seguid negociando". Ese fue el mensaje que ayer trasladó el órgano que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordoñez a los primeros espadas de Caja Duero y Caja España después de que las entidades dieran el pasado lunes por rotas las negociaciones dirigidas a su fusión.

Fuentes de las dos firmas coincidieron en señalar que la reunión con el supervisor fue "cordial". Al encuentro, que se prolongó una hora, acudieron el presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, y el de Caja España, Santos Llamas, así como el director general de la entidad salmantina, Lucas Hernández, y el director general adjunto de la de León, Javier Ajenjo. La Junta de Castilla y León estuvo representada por Begoña Hernández, viceconsejera de Economía.

Las dos entidades comenzaron a debatir sobre su posible integración en octubre de 2008. En un principio, la operación se iba a articular como una fusión fría y, en ella, participarían las demás cajas de la región. El proyecto fracasó por el "no" de Caja Círculo y, de una unión a seis bandas, se comenzó a trabajar en otra entre Caja Duero y Caja España. Caja de Burgos ponderó la posibilidad de ligarse a esta iniciativa, pero acabó por desvincularse el pasado noviembre. A partir de entonces, los grupos de Salamanca y León debatieron su futuro en solitario con el asesoramiento de KPMG.

La Junta de Castilla y León mantiene su apuesta por la operación

El desencuentro entre las partes cristalizó el lunes en Tordesillas. Los representantes de las cajas no alcanzaron un acuerdo relativo a la sede operativa de la futura caja ni sobre el organigrama. Es decir, sobre la mera estructura de los cargos. Aún no se ha negociado los nombres de las personas que ocuparán los puestos, indican desde Salamanca. Caja Duero propone que la sede social se quede en León. Ahí estarían radicados la presidencia, el domicilio social, la secretaría general, la asesoría jurídica, así como los servicios de banca y privada y corporativa. Entre tanto, en Salamanca residiría la sede operativa, que abarca la dirección general, la obra social, informática, el gabinete de integración, la red comercial y relaciones institucionales. Caja España, en cambio, sugería que los servicios operativos se distribuyeran entre las dos ciudades.

Caja España se mostró ayer dispuesta a continuar negociando. Caja Duero se pronunciará hoy, fecha en que está programada la última reunión ordinaria del año de su consejo. El orden del día no contempla debatir la fusión con la entidad de León, pero el tema será puesto encima de la mesa por Julio Fermoso.

Por su parte, la Junta mantiene su apuesta por la operación. El presidente de la Comunidad, Juan Vicente Herrera, indicó que la integración "es necesaria para las dos entidades" y agregó que "no va a permitirse" que estos grupos entren en el "despropósito" de tomar decisiones que "vayan en dirección contraria" al fortalecimiento del músculo financiero castellanoleonés.

Salgado urge a las entidades de ahorro a agruparse

"En este momento hay herramientas a disposición de las cajas de ahorros para favorecer los procesos de fusión y sería bueno que las utilizaran". Son palabras de la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, quien invitó a estas entidades de crédito a incrementar su tamaño para encarar con mayores garantías un futuro que "puede no ser tan favorable". La vicepresidenta económica advirtió ayer tras asistir a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos que las cajas de ahorros deberán sobrevivir durante los próximos años con un "estrechamiento de los márgenes y una disminución del negocio inmobiliario", sector con el que las entidades de crédito lograron en el pasado importantes plusvalías.Sobre la probable elección a finales del mes de enero del ex ministro de Economía Rodrigo Rato como presidente de Caja Madrid, Salgado se limitó a decir que "es bueno terminar con la situación de interinidad" de la cuarta entidad financiera más importante de España. Las tres primeras son Santander, BBVA y La Caixa. La vicepresidenta omitió valorar el papel que debe jugar la caja presidida aún por Miguel Blesa en el actual proceso de fusiones. Salgado aseguró no sentirse preocupada por el fracaso en la negociación de la fusión entre Caja Duero y Caja España o por la paralización de la unión entre Caixa Penedés y Caixa Laietana. "En un proceso de fusión suelen ocurrir esos contratiempos", aseguró. Y recordó que tales dificultades "no siempre son insalvables". En cualquier caso, Salgado reiteró que las 45 cajas de ahorros deberán adecuarse a un nuevo escenario mucho menos atractivo que el vivido en la última década.

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