Coches 'Bond' con enchufe
Está claro que la mejor manera de evitar los accidentes de tráfico es que los conductores no cometan imprudencias al volante y cumplan a rajatabla el reglamento de conducción.
Pero también es cierto que cada vez se fabrican coches más seguros. Y los vehículos eléctricos, que en la mayoría de marcas están aún en fase de desarrollo, no podían ser menos. Si los automóviles convencionales son sometidos a tests de seguridad muy exigentes, especialmente en el apartado de colisiones, éstas no son más sencillas para los que gastan baterías. Una de ellas, por ejemplo, consiste en sumergir al vehículo en agua salada y comprobar que todos los circuitos y mecanismos funcionen perfectamente al menos durante cuatro horas. Quién iba a pensar que James Bond acabaría pasándose a los coches eléctricos.