Ferrovial busca que Competencia repita el proceso contra BAA
Ferrovial va a intentar forzar un nuevo proceso de revisión de los activos de su filial aeroportuaria BAA a cargo de la Comisión de Competencia británica. La española obtuvo ayer una victoria parcial ante el Tribunal de Apelaciones, que ha frenado el plazo de desinversión en tres aeropuertos al constatar este tribunal la incompatibilidad de uno de los miembros de Competencia.
Ferrovial ha conseguido salvar un punto de partido en Reino Unido. Por el momento, su operadora de aeropuertos BAA no tendrá que desprenderse de las plazas de Stansted y Glasgow en los próximos meses, como había exigido la Comisión de Competencia (CC).
El hecho es que la compañía ha ganado, aunque parcialmente, un recurso ante el Tribunal de Apelaciones debido a una incompatibilidad detectada por sus abogados en el proceso y dictamen llevado a cabo por la CC.
En concreto, Competencia obligó a BAA el pasado marzo a vender en un plazo de dos años los aeródromos de Gatwick y Stansted, además de un tercero, que podría ser el de Glasgow o el de Edinburgo. Una decisión que BAA recurrió el pasado mes de mayo.
Ahora el Tribunal de Apelaciones de Competencia (CAT en sus siglas en inglés) pone de manifiesto, tal y como denunció Ferrovial, que uno de los jueces que falló el pasado marzo contra la empresa española tenía que haberse quedado al margen de la decisión al tener intereses personales en la operación.
Se trata de Peter Moizer, quien hasta la pasada primavera aconsejaba a un fondo de pensiones que realizaba inversiones para las autoridades locales que controlan el aeropuerto de Manchester, que pujó por hacerse con el control de Gatwick.
"Nos complace que el Tribunal de Apelación confirme nuestro argumento respecto a un evidente sesgo", aseguraba ayer BAA.
Mucho menos satisfecha se mostró la Comisión de Competencia, que apuntó en un comunicado su "decepción" con la decisión de dejar en suspenso la venta de activos.
"Ahora estamos estudiando cuidadosamente la decisión del Tribunal de Apelaciones para ver si hay argumentos para una apelación", aseguraba ayer.
Fuentes cercanas al proceso señalan que, a partir de ahora, se abrirá un turno de negociaciones entre la empresa y el regulador para determinar un nuevo plazo para las desinversiones u otras medidas correctoras de su posición de dominio del negocio aéreo en Reino Unido.
De esta manera, el grupo español espera poder quedar liberado del plazo de dos años que se le marcó para rebajar el volumen de BAA, propietaria de seis aeropuertos en todo el Reino Unido.
De no alcanzarse un acuerdo satisfactorio, BAA podría volver a los tribunales para que se repita la revisión de sus activos y del propio negocio aeroportuario, trabajo que las autoridades de Competencia han llevado a cabo durante los últimos dos años.
Otra apelación sigue en el aire
De momento, el Tribunal de Apelaciones británico no ha entrado a valorar una segunda reclamación de BAA. æpermil;sta hacía referencia al hecho de que Competencia "no había tenido en cuenta el impacto financiero adverso que conlleva la obligación de vender activos en las actuales circunstancias financieras y económicas".El Tribunal ha solicitado tanto a BAA como a la Comisión de Competencia nuevos informes para poder realizar un dictamen definitivo.Eso abre incertidumbre de cara a los próximos meses, pero para la compañía de la familia Del Pino es mejor esa duda que la certeza de tener que malvender activos en plena crisis.BAA ya ha cerrado el traspaso del aeropuerto de Gatwick a Global Infraestructura Partners (GIP), un fondo de infraestructuras integrado por el suizo Credit Suisse y la estadounidense General Electric, por un importe aproximado de 1.600 millones de euros.Las minusvalías declaradas superaron los 140 millones de euros.