Patronal y sindicatos se dan el mes de enero para cerrar el pacto salarial
El diálogo social entre patronal y sindicatos resucitó oficialmente ayer. Pese a que algunos convenios de este año siguen pendientes, los agentes sociales se dan el mes de enero de 2010 para cerrar un acuerdo de moderación salarial plurianual. Una vez sellado, tratarán la reforma de la negociación colectiva y se reunirán con el Gobierno para consensuar modificaciones del mercado laboral.
La agenda que hemos iniciado es muy ambiciosa", remarcó ayer el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, tras la constitución de la mesa de negociación colectiva para 2010, en la que patronal y sindicatos pactarán los incrementos salariales para dicho año, y "posiblemente", para 2011 y 2012.
Ambas partes confían en tener firmado el acuerdo a finales de enero. Para ello, iniciarán sus reuniones el próximo lunes, cuando los técnicos de las centrales y la patronal consensuarán un cuadro de la situación económica para los próximos años. La siguiente cita está fijada para el 7 de enero. En ella, cada parte entregará a la otra su propuesta, sobre las que sellarán el documento conjunto.
Llegar a este punto no ha sido fácil. Ya en marzo, antes del fracaso del diálogo social tripartito, patronal y sindicatos rompieron el acuerdo de negociación colectiva (ANC) para 2009, por primera vez, tras siete años consensuando las cifras de incremento salarial. El desacuerdo derivó en que para después de verano unos 1.500 convenios colectivos permanecían pendientes de aplicación. Fue entonces cuando las centrales sindicales propusieron a la patronal un pacto de moderación salarial a varios años -similar al que se firmó para los funcionarios-, si los empresarios aplicaban antes los convenios bloqueados.
Pese a que la situación no ha terminado de resolverse completamente, unos y otros coinciden en que el compromiso que se alcanzó "ha dado sus frutos". Ahora, UGT y CC OO han puesto sobre la mesa una horquilla de incrementos salariales para 2010 de entre el 1% -que crecen las pensiones- y el 2%, que es el objetivo de inflación marcado por el Banco Central Europeo.
Desde la CEOE han rechazado postularse sobre la oferta, aunque en alguna ocasión han mencionado el aumento del 0,3% de los empleados públicos. Tampoco toda la cúpula empresarial está dispuesta a aceptar que el pacto se extienda a tres años, tomándolo sólo como una posibilidad "eventual".
No obstante, la intención de los sindicatos es que, al igual que en el caso de los funcionarios, los trabajadores "recuperen el poder salarial perdido" tras el periodo de moderación que se fije. Esto se articularía mediante "cláusulas de revisión de garantía salarial", explica el secretario de acción sindical de CC OO, Ramón Górriz. La petición de las centrales, además, es que la empresa realice un esfuerzo similar al de sus empleados, reinvirtiéndo parte de los beneficios empresariales en el mantenimiento del empleo.
En aras de alcanzar el pacto, centrales y patronal reclaman al Gobierno que les "deje espacio" para cerrar la negociación salarial antes de acometer el diálogo social tripartito, que tiene un cariz más político. Superada esta fase, los agentes sociales comenzarán un proceso para reformar "a medio plazo" la propia negociación colectiva. Buscan conceder mayor flexibilidad interna a las empresas, ampliar su productividad, y mejorando el marco de adaptación salarial a los periodos de crisis y de bonanza.
Propuesta de reforma laboral
De cara a la negociación con el Gobierno, ambas partes hablan de la necesidad de paliar el paro juvenil (cercano al 40%), facilitar la reducción de jornada (mediante el modelo alemán) y reducir la temporalidad. Si bien aquí, UGT y CC OO apuestan por limitar estos contratos, y la CEOE sigue defendiendo que se cree un modelo único que abarate el coste del despido de los indefinidos. Esta idea y la petición de reducir las cuotas empresariales a la Seguridad Social forman parte del documento de propuestas de reformar del mercado laboral que la patronal enviará esta semana al Gobierno.
Quedan convenios pendientes de 2009
El mes pasado, la CEOE, Cepyme, CC OO y UGT se comprometieron a desatascar los convenios colectivos no negociados, y aquellos que no se estaban aplicando pese a estar firmados. Su cumplimiento fue impuesto por las centrales como condición para acometer la negociación salarial de los próximos años. Pese a que no se ha cumplido íntegramente, los sindicatos afirman haber percibido "voluntad patronal" como para seguir avanzando mientras se resuelve el resto. "No queremos los que quedan nos boicoteen, por eso nos sentamos a negociar sin tenerlo todo cerrado", responde el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer. En el último mes se han ultimado 34 convenios, que afectan a 485.773 empleados, y están a punto otros siete, que involucran a 189.745 asalariados. El sector más problemático sigue siendo la construcción, sobre todo en Andalucía.