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Sorteo de la Champions

La Liga lucha por la hegemonía económica en Europa

El bombo de la UEFA sortea los emparejamientos para octavos de la Champions

Un total de 16 clubes de fútbol comienza a jugarse mañana la segunda etapa de su carrera por el éxito deportivo y económico en Europa. La UEFA sortea en Nyon (Suiza) los emparejamientos entre los octavofinalistas que luchan por ganar la Champions League, la principal competición mundial de clubes. Las entidades españolas, entre las que están dos de los tres equipos más ricos del mundo (el vigente campeón, el F. C. Barcelona; el club más rico, el Real Madrid) y una estrella ascendente como el Sevilla, lograron finalizar la fase de grupos en primera posición, lo que les permitirá evitar a nombres como Manchester United o Chelsea. Pero en el bombo sigue habiendo nombres temibles como el Bayern de Múnich, el AC Milan y el Inter de Milán.

Entre todos, el más peligroso actualmente es el club bávaro. El cuarto equipo europeo por ingresos ha protagonizado en los últimos años notables aciertos de gestión y un fuerte crecimiento en ingresos, lo que le ha devuelto parte del brillo de antaño. El pilar en el que se asienta su recuperación han sido el aspecto comercial, que supone más del 60% de su facturación total y en el que la entidad ha demostrado una destreza propia del Manchester United. Su acuerdo de patrocinio con Deutsche Telekom, además, le convierte en el líder continental por este concepto, con ingresos totales de 20 millones. El equipo atraviesa también un buen momento deportivo.

Los otros ogros provienen de Italia, aunque atraviesan horas bajas. Inter de Milán y AC Milan suman entre los dos tantas Copas de Europa como el Real Madrid, y su facturación conjunta apenas supera en 17 millones los del club blanco.

La entidad propiedad de Silvio Berlusconi ha cerrado dos campañas decepcionantes (el pasado año, ni siquiera jugó la Liga de Campeones). Esta circunstancia ha provocado que haya sufrido unas pérdidas de 66,8 millones durante su último ejercicio cerrado, que se acumulan a los números rojos de 31,7 millones el año anterior. Su principal fuente de ingresos (hasta el 58%) proviene de los derechos de retransmisión.

El Inter de Milan ha experimentado un buen lustro gracias al descenso forzado del Juventus por el amaño de partidos y al declive del Milan, lo que le ha permitido encadenar cuatro Ligas consecutivas, aunque su último éxito en Europa data de los tiempos del catenaccio de Helenio Herrera (1964 y 1965). Su dependencia de las retransmisiones es aún mayor que la de su vecino, aunque trata de compensarla con la construcción de un nuevo estadio. El economista José María Gay de Liébana cree esta dependencia de la TV ha frenado a las entidades a la hora de saber innovar y forzar la creatividad en las otras fuentes de ingresos, "sobre todo debido a que no cuentan con estadios de su propiedad".

Otros nombres menores como Stuttgart, Olimpiacos, CSKA de Moscú y Olympique de Lyon luchan por sorprender y vencer a uno de los pesos pesados de la competición. En todo caso, el Olympique de Lyon supone una excepción de buena gestión financiera en el irregular mundo del fútbol. El club que dirige Jean Michel Aulas cotiza en Bolsa y cerró el pasado ejercicio con un beneficio de 5,1 millones, con un descenso, eso sí, del 74% debido al mal resultado de la equipo en Liga y el incremento a tres del número de clubes franceses que participan en la Champions, lo que lastró sus ingresos por televisión. Además, la entidad es uno de los clubes más exitosos en la compraventa de jugadores.

Cabezas de serie

No obstante, tanto el periodista Simon Kuper como los economistas Stefan Szymansky y Gay de Liébana afirman que las posibilidades de que el torneo lo gane un club fuera de la élite económica son mínimas. "Esos clubes, año tras año, son los cabezas de serie y quienes, a la postre, salvo alguna contada excepción como el FC Porto, se acaban llevando el gato al agua".

Cada octavofinalista percibirá tres millones de la UEFA; los ocho cuartofinalistas, 3,3 millones. Los cuatro últimos se embolsarán cuatro millones cada uno. El campeón ganará nueve millones, frente a los 5,2 millones del finalista. Y eso, sin contar con el empujón comercial y e patrocinios o de imagen comercial que supone ganar una Champions.

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