Europol cifra en 5.000 millones el fraude en el mercado del CO2
En algunos países, el 90% de las operaciones eran fraudulentas.
El mercado de derechos de emisión de gases contaminantes ha sido objeto de un fraude desde mediados de 2008 valorado en 5.000 millones de euros, según comunicó ayer Europol, el organismo europeo para la cooperación policial. En algunos países, el 90% de las operaciones que se llevaban a cabo en sus mercados eran fraudulentas.
La legislación comunitaria exime del pago del IVA a las empresas que realizan transacciones comerciales intracomunitarias. Sin embargo, les permite revender los productos que hayan adquirido en otro país de la UE aplicando el porcentaje de IVA previsto en ese estado.
Este planteamiento, ya de por sí ventajoso para las empresas, da lugar en ocasiones al llamado fraude carrusel. Se produce cuando la compañía se queda con el importe del IVA que ha cobrado a sus clientes al vender el producto en otro país en lugar de declararlo a la autoridad fiscal nacional.
Europol detectó las primeras operaciones fraudulentas a finales de 2008, cuando se produjo un aumento sin precedentes del volumen de comercio de derechos de emisión. Poco después España (como adelantó CincoDías), Francia, Holanda y Reino Unido modificaron sus normativas nacionales en relación a este tipo de transacciones para evitar el fraude, tras lo cual el volumen del mercado cayó hasta un 90%.
"Estas actividades criminales ponen en peligro la credibilidad del sistema europeo de comercio de derechos de emisión y conducen a la pérdida de una parte significativa de la recaudación impositiva de los gobiernos", señaló el director de Europol, Rob Wainwright.
Este sistema de compra y venta de derechos de emisión de gases contaminantes se puso en marcha en Europa para que las empresas se vieran forzadas económicamente a reducir sus emisiones de CO2. Se les otorgaba unos derechos para contaminar por instalación y todas las emisiones fuera de esos derechos tenían que ser compradas en estos mercados.
El mercado de carbono de la UE está valorado en unos 90.000 millones al año.