GM cede control en su 'venture' china
Tras 10 años conduciendo con fuerza en China, General Motors ha decidido retirarse. La automovilística estadounidense venderá una crucial participación del 1% en su joint venture china a su partner SAIC Motor por 85 millones de dólares, cediendo el control de sus operaciones en el mercado automovilístico más prometedor del mundo. Es una cesión, aunque inteligente.
Abandonar China no es una cuestión menor. La joint venture 50-50 con SAIC acapara en torno a un 8% del mercado de los vehículos de pasajeros, y está creciendo rápidamente. Se espera que la producción se duplique respecto al año anterior para alcanzar casi un millón de unidades en 2016, según estimaciones de JD Power.
La compensación en India hace que la operación merezca la pena. GM, que es una pulga en ese prometedor mercado, establecerá una nueva venture con SAIC. El productor chino también será capaz de ayudar a GM a financiar los 225.000 vehículos de bajo coste que espera vender a India en los próximos dos años. Una SAIC más poderosa también será capaz de asegurar financiación barata de los bancos estatales chinos. Dada la escasez de efectivos de GM, tendría que pelear duro para conseguir la potencia de fuego necesaria.
GM retiene su exposición al crecimiento chino, a través de su participación del 49%, y mantiene su control sobre las tecnologías clave. Es probable que la gestión del día a día continúe igual que ahora. Como partner 50-50, Shangai Auto ya tuvo el derecho para aprobar o rechazar el presupuesto o las nominaciones a la junta.
Mientras tanto, para SAIC los beneficios serán al principio algo puramente cosmético. Con el 51% de la venture, puede consolidar la totalidad de beneficios de GM en Shangai, permitiendo a SAIC entrar en la liga internacional. æpermil;sta también quiere seguridad extra en el caso de que GM sea forzada a vender su participación para ampliar capital, según fuentes cercanas a la situación.
GM no debería ser demasiado displicente respecto el abandono del control. Mientras que la automovilística estadounidense podrá volver a comprar su participación más adelante, quizá para entonces las condiciones de la transacción ya no sean atractivas. Pero los accionistas de GM no deberían preocuparse demasiado por abandonar sus sueños de control a cambio de lo que GM más necesita en su mercado doméstico: un crecimiento sostenido.
Por Wei Gu