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Gerardo Díaz Ferrán

La batuta de los empresarios

El presidente de CEOE culmina una intensa semana en la que ha sido protagonista de la Conferencia Empresarial y ha cerrado la venta de su empresa Air Comet.

La batuta de los empresarios
La batuta de los empresarios

El pasado 2 de diciembre fue un día grande en la CEOE. Lo más selecto del panorama empresarial y político se daba cita en la Conferencia Empresarial 2009, un encuentro en el que los empresarios trasladaron a la sociedad sus inquietudes, propuestas y compromisos. En un entorno de crisis económica y elevadas cifras de paro, el presidente de la organización hacía hincapié en que los empresarios "son la solución, no el problema". Los medios han destacado las ausencias, como la del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, sin embargo, en mayo del pasado año presidió la última Asamblea General de la organización, pero también la del presidente de la organización hermana Cepyme, Jesús Bárcenas. Los amigos se quedan con las presencias. "Reunir en la Conferencia a la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), el Círculo de Economía o el Consejo Superior de Cámaras de Comercio es un milagro", destaca José Antonio Segurado, "íntimo" de Díaz Ferrán, una amistad forjada en el asociacionismo empresarial madrileño.

El presidente de CEOE acaparó las portadas ese día en una semana especialmente complicada por los problemas de Air Comet, la compañía aérea de la que es socio junto con Gonzalo Pascual. De hecho, Díaz Ferrán acudía por sorpresa el pasado lunes a una reunión con el comité de empresa, en la que pidió a los trabajadores un último esfuerzo, suspender la huelga que éstos llevan a cabo por el impago de las nóminas para no entorpecer la venta de la compañía, revela Pedro Maceira, representante del Sepla en Air Comet. Finalmente, la aerolínea ha sido vendida al empresario Arnold Leonora por un precio de 65 millones de euros que irán destinados a condonar deuda para "asegurar los puestos de trabajo", según fuentes cercanas a la propiedad.

Gerardo Díaz Ferrán siempre ha sentido una especial inclinación hacia la representación institucional del tejido empresarial. Nació en Madrid en diciembre de 1942, curiosamente se lleva pocos días con Gonzalo Pascual, con el que forma uno de los matrimonios más estables de la empresa española. Ejerce, sin embargo, de gallego (fue fundador de la Asociación de empresarios gallegos en Madrid), "amable en su trato, buen diplomático, que envuelve en guante de seda sus decisiones de hierro que difícilmente, en los temas fundamentales, varía", le describe José Antonio Segurado.

Su familia tenía una empresa de autobuses y el joven Gerardo compaginaba estudios con el trabajo ocasional de cobrar los billetes, inicios que recuerdan a los de Eduardo Barreiros. En la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial, conectó con Gonzalo Pascual. æpermil;ste ha contado en alguna ocasión que se conocieron a través de su primera empresa, Dex (Delegaciones Extranjeras). Sabía que la familia de Gerardo Díaz Ferrán se dedicaba al transporte y fue a venderle unas linternas. Y hasta hoy.

La primera aventura empresarial fue Trapsa, que pusieron en marcha gracias a los 25 millones de pesetas que les prestó el padre de Díaz Ferrán y los 82 autocares que aportó el padre de Pascual. Tenían 25 años y una empresa de 500 trabajadores. Aquella sociedad dedicada al transporte urbano en varias zonas de Madrid resultó el embrión de un conglomerado de empresas en el sector del turismo y el transporte. En 1985, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) les adjudicó Marsans y en 2001, Aerolíneas Argentinas, las dos grandes patas sobre las que asentaron su negocio.

La principal patronal del transporte Asintra fue el primer hito con que Díaz Ferrán adornó su trayectoria como defensor de los intereses de las empresas. En 2002, se produjo el salto a la patronal madrileña CEIM, de la mano de Fernando Fernández Tapias, con el que tres años después rivalizaría -con éxito- por la presidencia de la Cámara de Comercio de Madrid. Sus colaboradores en esta etapa recuerdan al jefe de mente ágil, respetuoso con su trabajo.

El gran desafío llegaría a la hora de sustituir al histórico José María Cuevas al frente de la CEOE, cargo para el que fue reelegido el pasado abril por aplastante mayoría y sin ningún voto en contra. Heredó una CEOE en un momento dulce de diálogo con los sindicatos y el Gobierno socialista, una sintonía que se ha esfumado con la crisis.

Si Cuevas -fallecido en octubre de 2008- representaba el ejecutivo gestor, el nuevo presidente era visto como el empresario patrón. "Soy empresario y no tengo sueldo. Es una de las ventajas de que la CEOE la presida un empresario", aseguraba Díaz Ferrán en un chat.

La desventaja es una apretadísima agenda. "A veces está tan saturado de temas que notas que está ausente", comenta Segurado. Pero siempre hay tiempo para la familia. Casado y con tres hijos (el varón, Gerardo, como Ignacio Pascual, el hijo de Gonzalo y consejero delegado de Air Comet, también está involucrado en el negocio familiar), el presidente de los patronos españoles siente debilidad por sus nietos. La navegación, la caza, los puros habanos y el esquí son otras de sus grandes aficiones. Y los amigos. José Antonio Segurado aún recuerda con agrado la celebración de su 70 cumpleaños en París en compañía de Gonzalo Pascual, Isidoro Álvarez, Celso García y Gerardo Díaz Ferrán. En los próximos días será su aniversario, una ocasión para olvidarse de la crisis y de que tuvo que hipotecar su casa para salvar Air Comet.

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