La CEOE insta al Ejecutivo a actuar, aun sin consenso
La patronal tacha al Gobierno de "sindicalista" y exige que se reconozca la labor empresarial en la lucha contra la crisis
En un tono victimista, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, inauguró ayer la Conferencia Empresarial de la patronal recordando las críticas que han sufrido los emprendedores en España y reclamando que la sociedad reconozca su labor. "Todos, yo el primero, estamos pasando malos momentos", aseguró. Muestra de ello fueron lo cuarenta trabajadores de su empresa, Air Comet, que se manifestaron en la puerta del Palacio de Congresos de Madrid reclamando los salarios que llevan meses sin cobrar.
No fue el único mal trago que pasó el líder patronal. El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, le dio plantón en la gran escenificación de la unidad patronal. Aunque algunos miembros de la organización asistieron, la silla de Bárcenas fue la única vacía entre las de los vicepresidentes de la CEOE. Mostraba así sus diferencias con el discurso de la casa madre y el "malestar" que, como ya adelantaba ayer CincoDías, le causó que la representación de las pymes no tuvieran ningún papel relevante en la Conferencia.
El ministro de Fomento, José Blanco, inauguró el acto junto a Díaz Ferrán con un discurso conciliador en el que reclamó la colaboración entre Gobierno y patronal. "La ley de Economía Sostenible es una oportunidad para las reformas estructurales que España debe abordar indefectiblemente", afirmó, pero asumió que "no es una varita mágica para cambiar el modelo productivo de la noche a la mañana".
En la Conferencia Empresarial, los ponentes tildaron de "insuficiente" la Ley de Economía Sostenible
Sólo en esto último se mostraron de acuerdo el resto de ponentes, mucho más críticos con la norma estrella de Zapatero. "El Gobierno no puede decidir cuáles son los sectores de futuro", resumió el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada. La línea general de las intervenciones argumentó que "no es un mal comienzo" pero resulta insuficiente.
Tanta fue la homogeneidad de las críticas que el presidente de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro, decidió cambiar el discurso que traía. "Reunirnos todos para criticar al Gobierno no sirve de nada. Ya lo hemos hecho. Ahora, somos los empresarios quienes debemos tirar del carro", aseveró.
El discurso más duro de la jornada -y uno de los más aplaudidos- fue el del responsable de Política Económica de la CEOE, José Luis Feito. "El perverso comportamiento de los salarios reales, que aumentan más que los precios, es el causante de la destrucción de empleo", defendió. "No es otra, como dicen los sindicatos y el Gobierno sindicalista", remató. Finalmente, y en un tono ostensiblemente más moderado -y sin interrupciones por aplausos- Díaz Ferrán insistió en que "no reformar el mercado laboral, no es una opción". Pocos minutos antes un montaje con recortes de prensa mostraba como distintas organizaciones nacionales e internacionales, como el Banco de España, la OCDE, el FMI, o el Banco Mundial, recomendaban reformas de calado al Ejecutivo.
De hecho, Díaz Ferrán se vanaglorió, aunque tímidamente, de que el tiempo comienza a darles la razón, en referencia a la nueva predisposición de sindicatos y Gobierno a negociar cambios en el mercado laboral.
Sin embargo, tras anunciar que espera abordar el asunto en la inminente continuación de la negociación tripartita, reclamó al Ejecutivo que actúe aunque no se logre el consenso. "El Gobierno debe ser consciente de que el paso del tiempo no resuelve los problemas, de que no se puede esperar eternamente a que el pacto social dé frutos", argumentó. La tesis choca de frente con los últimos discursos de patronal y sindicatos, que desde que se comprometieron a desbloquear los convenios colectivos, parecen convencidos de que lograrán un pacto social.