Salgado implica a Ordóñez en el conflicto con la UE por el fondo bancario
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, se mostró ayer confiada en que la Comisión Europea autorice el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) antes de Navidades. Eso sí, la ministra dio a entender que antes es necesario que el Banco de España aclare a Bruselas algunos aspectos del papel que jugará cuando una entidad solicite la ayuda.
Preguntada por las objeciones que ha puesto la comisaria de Competencia al fondo bancario, la ministra de Economía y Hacienda ha asegurado que la Comisión Europea "no pide cambios en absoluto".
"Nosotros seguimos diciendo lo mismo: que creemos que puede autorizarse el marco general y, por supuesto, comunicar todas las operaciones que salgan de ese marco general", explicó ayer Salgado a su llegada a la reunión mensual de los ministros de Finanzas de la zona del euro.
Lo que va a hacer la institución dirigida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, según la ministra, es "clarificar algunos aspectos de lo que es su actuación en cada uno de los casos, pero no es necesario hacer ningún cambio en la ley", ha subrayado.
El pasado 18 de noviembre la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, exigió a España que defina y aclare el funcionamiento del Fondo. Kroes precisó que "las autoridades españolas todavía tienen que decidir lo que quieren hacer". "Cuando se decidan", añadió, "lo examinaremos y actuaremos lo más rápidamente posible".
Por otra parte, Bruselas acordó ayer prorrogar seis meses más el sistema nacional de avales para emisiones bancarias. El esquema español ya fue prolongado por el mismo periodo de tiempo el pasado 26 de junio tras haber recibido el visto bueno inicial de Bruselas en diciembre de 2008, según informa el Ejecutivo comunitario.
Brown, contra la nueva supervisión
La resistencia de Reino Unido es el principal obstáculo para que los ministros de Economía de la UE alcancen hoy un acuerdo final sobre un nuevo sistema europeo de supervisión financiera, cuyo objetivo es prevenir la repetición de crisis financieras como la actual. Londres mantiene sus reservas porque quiere limitar al máximo los poderes de mediación de las tres nuevas autoridades europeas (bancaria, bursátil y de seguros) que se crearán para arbitrar las discrepancias entre los diferentes reguladores nacionales de los países en los que opera un grupo transfronterizo.