Riesgo limitado de la banca en Dubai
El mazazo de la deuda de Dubai podría no dañar a la banca mundial excesivamente. La decisión de renegociar 59.000 millones de dólares del fondo propiedad del Gobierno árabe conmocionó los mercados el pasado 26 de noviembre. Los bancos fueron los paganos. Barclays, cuyos inversores le sitúan en la región del Golfo, cayó un 8%. Pero las ventas parecen más justificas en la emoción que en la razón.
La principal exposición de la banca al fondo Dubai World, cuya filial inmobiliaria Nakneel está detrás de algunas de las grandes promociones de la zona, procede de créditos sindicados por valor de 13.600 millones de dólares, según JP Morgan. RBS, el más afectado, acumula 2.300 millones.
Esto suena importante, pero lo normal es sindicar al menos el 90% de los créditos. Esto dejaría a RBS con 230 millones de exposición, pero la pérdida ante una supuesta suspensión de pagos sería sustancialmente menor. Barclays, por ejemplo, tiene originalmente 1.800 millones con Nakneel pero retiene solamente 150 millones, según JPMorgan.
Por supuesto, problemas severos en Dubai podrían sugerir también pérdidas en UAE. Esto supondría un problema para los grandes prestamistas del país: HSBC y Standard Chartered, cuyas exposiciones eran de 17.000 millones y 7.800 millones respectivamente a finales de 2008. Si pierden todo el valor, el capital de los bancos caería un 18% y un 43%.
Pero probablemente no pasará nada de esto. Ciertamente, el otro emirato de la zona, Abu Dhabi, nada en la abundancia del petróleo, y cualquier pérdida será probablemente mínima. Probablemente acuda en ayuda de Dubai, al menos para evitar ser contaminado con la misma brea en los mercados globales. Esto probablemente reduzca el pánico de prestamistas.
Las pérdidas serían manejables, pero algunos orgullosos bancos recibirán un buen rapapolvo. Muchos no sólo no consideraron a Dubai como un irresponsable, sino que lo tildaron de un nuevo centro financiero mundial donde cerrar ambiciosas operaciones. Esos planes hoy parecen pura locura.
George Hay