Société Générale advierte a sus clientes para el "colapso económico global"
El banco francés Société Générale advierte a sus clientes en un informe titulado "El peor escenario de deuda" del riesgo de un "colapso económico global" en los dos próximos años que arrastraría a la economía a un escenario 'a la japonesa' como consecuencia de la transferencia de los problemas del sector privado a la esfera pública y del incremento del gasto de los gobiernos, especialmente por el envejecimiento de la población, aunque recuerda que el escenario central que maneja la entidad es el de una "lenta recuperación".
No obstante, los autores del informe afirman que "a estas alturas todavía nadie puede afirmar con certeza que hemos escapado de la posibilidad de un colapso económico global (...) con consecuencias impredecibles. Creemos que el mayor peligro ya ha sido superado, pero reconocemos también que el precio de nuestra salvación aún no ha sido pagado al completo".
Este peor escenario posible en el que tendría lugar una (no) recuperación 'a la japonesa' implica una persistente deuda pública, anemia económica, bajos tipos de interés y debilidad en los mercados de renta variable.
"No calificaríamos la expansión de la deuda pública como 'burbuja', aunque pensamos que supone una amenza para el crecimiento económico futuro al restringir la libertad de gasto y requerir potenciales subidas de impuestos que podrían lastrar el consumo", señala el informe, que asume un débil crecimiento del PIB, o incluso nuevas caídas, como consecuencias del periodo de desapalancamiento necesario según la tesis de este escenario pesimista.
Bajo estas premisas, la entidad gala maneja el riesgo de entrada en una "espiral deflacionista" como consecuencia del elevado nivel de paro y la caída del consumo, lo que a su vez implicaría más bajadas de precios.
Asimismo, los analistas de SocGen esbozan la posibilidad de que el mercado inmobiliario de EEUU deba enfrentarse a una segunda ronda de ejecuciones hipotecarias, lo que desencadenaría una nueva oleada de depreciaciones en el balance de los bancos y más déficit para las cuentas públicas por la transferencia de deuda desde las entidades a los estados vía nuevos planes de rescate.
"Bajo este escenario, los bancos centrales adoptarían metodologías empleadas ya en Japón en la década de los 90, como reducir los tipos de interés a cero para combatir la deflación, y continuarían aplicando políticas monetarias 'heterodoxas' como el alivio cuantitativo para hacer frente a la destrucción de capital" apunta SocGen, que subraya que el objetivo en este escenario pesimista sería evitar la depresión, aunque el incremento de la deuda pública recortaría el margen de maniobra de los estados y sería una fuente de futuros problemas.
De este modo, los analistas de SocGen afirman que "hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor" y diseñan una estrategia defensiva en la que apuestan por desprenderse de dólares y acciones europeas, invertir en valores defensivos como 'utilities' y 'telecos', mientras que señalan las materias primas, especialmente las relacionadas con productos agrícolas y metales preciosos, como las opciones más rentables a la hora de enfrentarse al debilitamiento del dólar y el posible mantenimiento de la demanda por parte de países emergentes, particularmente China.