Las empresas de éxito nunca paran

Las empresas que aspiran al liderazgo nunca paran. Esa permanente inquietud, expresada en un continuo inconformismo y afán de innovación, suele ir asociada al éxito y es el polo opuesto del adocenamiento, tanto en la estrategia a largo plazo como en la gestión del día a día, tanto en los métodos de trabajo como en el flujo de los productos. No es sólo el marketing el que debe estar a la cabeza en las novedades. Cada una de las áreas de la empresa está obligada, si su objetivo es la excelencia, a centrar gran parte de su esfuerzo en las nuevas ideas para mejorar su actividad y ganar mercados. Una filosofía así, no siempre fácil de aplicar, acaba obteniendo el reconocimiento de los clientes, de los trabajadores, de los proveedores, de los accionistas y de la sociedad.

Falta tiempo para que se supere la crisis económica, para que las ventas se reanimen y los márgenes se recuperen. Mientras esto ocurre, las empresas, una vez ajustados los costes, toman importantes decisiones de cara a la recuperación. Es lo que han hecho, cada uno por su lado, el grupo Inditex y PSA Peugeot Citroën. El primero, reorganizará los centros logísticos de Zara para ganar eficiencia, y PSA unificará la red de 400 concesionarios de las dos marcas para rentabilizarla. Las crisis también pueden ser una fuente de nuevas soluciones.