La vivienda, aún en la UCI
El área conocida como "downtown Brooklyn" ha sido uno de los centros más importantes del desarrollo inmobiliario de Nueva York en los últimos años. En varias de sus calles se levantan ahora impresionantes edificios nuevos con pisos "de lujo" a la venta. La mayoría salieron al mercado cuando la economía empezó a caer por el precipicio y aún están vacíos a pesar de los repetidos descuentos. Hace unas semanas, The New York Times narraba que en un edificio de Brooklyn, diseñado por el arquitecto Richard Meier, los precios habían bajado tanto que los nuevos propietarios se disculpaban ante sus vecinos por haber comprado significativamente más barato.
Hay muchos edificios 'zombi' en EE UU, no solo en Nueva York, y no se va a poder dar salida rápidamente a ese inventario, ni siquiera con la intervención de un Gobierno que está facilitando renegociaciones de hipotecas y acaba de ampliar una serie de descuentos fiscales para compradores de su primera casa.
En el sector de la vivienda, se están dando algunos pasos adelante para salir de la crisis. Pero por cada uno en este sentido, se dan dos hacia atrás y aunque se cree que se ha visto el suelo en la caída, este no termina de acercarse.
Uno de los datos que han permitido un cierto optimismo es el de los embargos. Aunque sigue habiendo un 19% más que el año pasado, en los tres últimos meses se ha iniciado y mantenido una tendencia a la baja. Ese es el paso adelante.
Lamentablemente, la semana pasada, desde la Asociación de Banqueros Hipotecarios se explicó que uno de cada siete hogares con hipoteca estaba en mora o en proceso de embargo. Ese es un gran paso hacia atrás. Hace un año, la proporción era de uno de cada 10 hogares. La situación es la peor que registran las estadísticas de la Asociación y de su lectura se deduce que cerca de 7,5 millones de familias corren el riesgo de perder su vivienda.
El aumento de la morosidad no se atribuye solo a las consecuencias de la política hipotecaria de la banca en los años del crédito fácil, sino, sobre todo, al aumento de la tasa de paro hasta el 10,2% (la más elevada desde 1982). Muchas familias carecen de ingresos suficientes como para hacer frente a las cuotas.
Jan Hatzius, economista de Goldman Sachs, comentaba en un reciente informe que en última instancia, "una buena parte de estos préstamos en mora se traducirán en más casas vacías, lo que hará difícil acabar con el actual exceso de inventario rápidamente"
Los constructores parecen haberlo visto venir también. El mes pasado, la construcción de viviendas nuevas se vino abajo mientras que las ventas se mantienen estancadas en un porcentaje anual de 400.000 unidades. Son las ventas de casas de segunda mano, muchas de ellas embargadas y por tanto con un bajo precio, las que se mantienen a un mejor ritmo. No obstante, las peticiones de hipotecas empiezan a caer y es de esperar que haya una recaída de compras y que los precios, en general, bajen entre un 5% y un 10%, según Hatzius.
Lo que este economista tiene claro es que la construcción residencial no va a ser un elemento de dinamismo del PIB en 2010. Tampoco parece arriesgado augurar que las nuevas viviendas del downtown de Brooklyn estarán vacías una larga temporada.