El PIB atenúa su caída trimestral al 0,3% por el menor deterioro del consumo y la inversión
La economía española se contrajo un 4% en tasa interanual en el tercer trimestre del año y un 0,3% en tasa intertrimestral, datos que coinciden con las cifras avanzadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 12 de noviembre y que difieren en una décima de lo calculado por el Banco de España, que esperaba un descenso intertrimestral del 0,4% y un retroceso interanual del 4,1%.
El dato trimestral del PIB muestra una desaceleración menos pronunciada de la economía española en comparación con el segundo trimestre del año, cuando el PIB se contrajo un 1,1%. Por su parte, la tasa interanual del PIB del tercer trimestre (-4%) mejora en dos décimas la registrada en el trimestre anterior (-4,2%).
El Producto Interior Bruto (PIB) moderó su caída trimestral al 0,3% entre julio y septiembre gracias al menor deterioro que en este periodo registraron tanto el consumo como la inversión, lo que no evitó la pérdida de un 7,2% del empleo en un año, con 1.360.000 puestos de trabajo menos. Así lo señala hoy el Instituto Nacional de Estadística en la Contabilidad Nacional del tercer trimestre.
Los datos del INE muestran un deterioro menor de casi todos los componentes del PIB, aunque en el caso de la inversión en vivienda se produjo una nueva caída histórica, del 25,5%.
La demanda interna -consumo e inversión- siguió restando al crecimiento, aunque menos (6,5 puntos frente a los 7,4 del segundo trimestre). El consumo aminoró su caída gracias a una "percepción de la economía menor negativa por parte de las familias", asegura el INE. Esto ha permitido que el gasto de los hogares cayese el 5,1% interanual, frente al 6% registrado en el segundo trimestre.
Por su parte, el gasto de las Administraciones Públicas siguió creciendo, el 4,9%, aunque en menor medida que en el segundo trimestre, debido a un menor ritmo de las compras públicas de bienes y servicios, así como de la remuneración de sus asalariados.
Mientras, la inversión siguió retrocediendo de forma intensa, el 16,2%, aunque también esta caída fue menor que la del segundo trimestre, del 17,2%.
La inversión más productiva, la destinada a bienes de equipo, continuó siendo la que peor evolucionó, aunque también se moderó cuatro puntos al caer el 24,3%, mientras que la destinada a construcción retrocedió el 11,5%, casi igual que en el segundo trimestre.
Fuerte caída de la inversión residencial
En este último caso, destaca la fuerte caída de la inversión residencial, que fue del 25,5%, por el menor ritmo de la iniciación de viviendas. Por su parte, la construcción no residencial siguió mejorando, con un alza del 1,5%, gracias al aumento de las obras en infraestructuras, sobre todo las vinculadas al tren de alta velocidad y a los ayuntamientos (por el Fondo de Inversión Local).
En cuanto a la demanda externa, sigue siendo la que da una aportación positiva al crecimiento, que en el tercer trimestre fue de 2,5 puntos (frente a los 3,2 puntos del segundo).
Tanto las importaciones como las exportaciones bajaron menos en el tercer trimestre. Así, las ventas al exterior retrocedieron el 11,1% (frente al 15,1% del segundo trimestre) y las compras cayeron 17%, frente al 22% anterior.
La estadística del INE muestra por otra parte la actividad de los distintos sectores de la economía, que redujo también su caída. La actividad industrial, la que más se ha resentido con la crisis, aminoró su deterioro 1,3 puntos hasta el 14,5%; en la construcción se mantuvo en un retroceso del 6,6% y en los servicios su debilitamiento se estabilizó en una caída del 1,3%.
El empleo, por su parte, descendió al mismo ritmo que en el segundo trimestre, un 7,2%, lo que equivale a la pérdida de 1.360.000 puestos de trabajo a tiempo completo.
Al igual que en los dos trimestres anteriores, el nivel de empleo decreció en todas las actividades, excepto en los servicios de no mercado, en los que aumentó el 2,3%.
La ocupación de la industria empeoró en el tercer trimestre, al caer el 12,7% (frente al 12,2% del segundo trimestre), y en la construcción retrocedió menos que entre abril y junio, con un descenso del 24,3%.
Aunque mejoró el empleo en los servicios de no mercado, en los de mercado siguió cayendo, a un ritmo del 5%.
Al analizar la evolución de los salarios, se comprueba que éstos decrecieron el 3,4%, aunque también bajó, el 3,3%, el excedente de explotación bruto, que incluye los resultados de las empresas y de los autónomos.
Por otra parte, por primera vez en la historia de la Contabilidad Nacional el deflactor del PIB -que mide el nivel de los precios de los bienes y servicios contabilizados en el Producto Interior Bruto- fue negativo, en cuatro décimas.