Cinco consejeros de lujo para aprender a emprender
Empresarios de éxito otorgan a la innovación un papel clave para superar los momentos más difíciles de la economía.
Cuando el edificio Windsor de Madrid ardía, muchos españoles sólo podían alucinar con el coloso en llamas. A uno, sin embargo, el fuego le daba una idea: una espuma de aluminio ignífuga como revestimiento para los edificios. Ese pensador era Clemente González Soler, presidente del grupo Alibérico, uno de los asistentes a la jornada sobre Emprendimiento e innovación como herramientas de recuperación, organizada por el IE Business School y la Fundación Eduardo Barreiros.
Un par de años después, González Soler patentó su idea, todavía en desarrollo. A pesar de ser una empresa joven, con apenas una década, este grupo, dedicado a la fabricación de productos transformados de aluminio, tiene ya diversas patentes. "A muchos políticos, cuando hablan de innovación, se les llena la boca. Pero ¿cómo se mide? Con patentes, y en España estamos muy atrasados", asegura. "Somos un país rico en cerebros, pero sin trasladar las ideas a las empresas".
Para este empresario, la innovación es una de las claves del éxito para cualquier compañía. "Hemos intentado integrar a toda la plantilla en la innovación, con la creatividad como base", explica.
"Es imposible crecer sin innovación. Nosotros dedicamos el 10% de la facturación a I+D", explica José Ramón García, presidente de Blusens. García y su socio montaron esta empresa de electrónica de consumo con 3.006 euros en 2002. Convencieron a tres bancos para que les prestaran un millón de euros y poder fabricar. Ahora facturan 100 millones y están presentes en 50 países. "Había un hueco por el lado de la innovación y por el lado de la relación calidad-precio. Creímos que podríamos aportar frescura".
Si García no se hubiera lanzado con su idea y sus escasos recursos, ahora no tendría empresa. "Hay que tener un grado de locura", cree Rosa Oriol, presidenta de Tous, "sin ese grado de locura nosotros no tendríamos nada". El hueco que los Tous encontraron fue "que faltaba diseño" en la joyería y el salto consistió en trasladarse a Barcelona, "una cosa extraordinaria", para empezar su imparable expansión, dentro y fuera de España, desde una pequeña tienda en Manresa.
Precisamente, la internacionalización ha sido una de las claves del éxito para Mapfre. "Salir fuera ha sido estratégico, aunque en los ochenta se nos criticara, nuestra presencia internacional nos da el gran valor ahora", explica José Manuel Martínez, presidente de Mapfre, que para el tercer trimestre de 2009 ya tendrá el 50% del negocio fuera de España.
Innovación, locura, diseño, salir fuera y no temer los fallos. "El mayor problema en este país para un emprendedor es que no le perdonan el fracaso. En EE UU, el éxito a lo mejor llega en el tercer intento. La gente joven se tiene que acostumbrar a que no pasa nada por el fracaso", asegura Antonio Gallardo, presidente de la farmacéutica Almirall. "Una empresa siempre comete errores, lo importante es rectificar a tiempo", apunta Martínez.
Pero Gallardo se queja, además, de otra cosa: "Las universidades españolas son cotos cerrados para las empresas". "El científico de fuera está más mentalizado en lo que la industria necesita, los de aquí se van por los cerros de æscaron;beda", asegura. "En el colegio, la empresa no existe. En el instituto tampoco, ni en la universidad. En mi carrera, Ciencias Económicas, ni un empresario pasó por mi aula. Estamos ante una sociedad que no crea emprendedores. Falta espíritu empresarial", se lamenta García. "Hay un libro de primaria que dibuja al empresario como un explotador de los trabajadores. Todo esto empieza desde pequeños. A los empresarios se nos tiene criminalizados", añade Soler.
Empresa contra Estado, versión Esperanza Aguirre
Para Esperanza Aguirre, la crisis es una oportunidad para ir a contracorriente, para innovar. "La crisis la superan quienes producen con más calidad y más barato", en palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid en la misma jornada del IE."No son los Gobiernos los que descubren los nuevos modelos de gestión más eficientes para producir más a menor coste", cree la presidenta popular. Por eso, confía firmemente en "la liberalización de las economías" para salir de la crisis. "Cuando algunos sectores nos piden ayudas directas nosotros les decimos que tendríamos que darles ayudas a muchos sectores". "El gobernante tiene que generar el ambiente para los emprendedores".Otras apuestas de Aguirre son las desgravaciones fiscales, como en vivienda y en automóvil, y el "silencio administrativo positivo" en las autorizaciones para abrir un negocio, es decir, que cualquiera pueda empezar una empresa sin disponer de la licencia correspondiente; sólo en caso de rechazo, la Administración se lo comunicaría.