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Tribuna
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La oportunidad de las tecnologías del agua

A menudo, la importancia del sector de tratamiento de aguas no está reconocida socialmente en su justa medida porque, en este campo, a la opinión pública le llaman más la atención los problemas de escasez y de sequía que las tecnologías dedicadas a su gestión. Sin embargo, este sector es realmente estratégico para el desarrollo sostenible del país, porque sin él, sin su contribución directa, es imposible que podamos alcanzar objetivos tan básicos como el suministro de agua de buena calidad, el buen estado de los ríos y de los acuíferos y, en general, que consigamos realizar una gestión eficiente de los recursos hídricos.

Las tecnologías del tratamiento del agua contribuyen significativamente a ese mismo desarrollo sostenible y su evolución queda vinculada a determinadas políticas de sostenibilidad, singularmente algunas adoptadas en el ámbito de la salud, de la protección del medio ambiente, la gestión de los recursos naturales y la I+D+i. La evolución de tales políticas condiciona por tanto la evolución paralela de las tecnologías aplicadas en las plantas de tratamiento -para potabilización, desalación, depuración, reutilización-, dentro además del objetivo general de mejorar la productividad y la competitividad global del país.

Y son también esas políticas de sostenibilidad, productividad e I+D+i las que están detrás de las últimas tecnologías que actualmente se están investigando e introduciendo en las plantas de tratamiento, dirigidas fundamentalmente a la prevención de riesgos sanitarios, a la reducción de impactos ambientales, a la eficiencia hídrica y energética, y a la valorización de recursos hasta ahora no aprovechados.

En este sentido, el II Plan Nacional de Calidad de las Aguas -desarrollado conjuntamente por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y por las Comunidades Autónomas, con una inversión que puede rondar los 20.000 millones de euros- y los programas de I+D+i promovidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación constituyen una oportunidad muy favorable para avanzar en este campo tecnológico. Estos medios pueden servir, y es sólo un ejemplo, para mejoras importantes en las tecnologías de depuración y en el aprovechamiento integral de todos los recursos de este proceso. De igual manera, el Plan de Desalación del Programa AGUA del propio Ministerio de Medio Ambiente, con unas inversiones de unos 3.000 millones de euros en su fase final de ejecución, está permitiendo también avanzar significativamente en este otro tipo de tecnologías.

Las empresas de tecnologías del agua se enfrentan al reto, por un lado, de la consecución del desarrollo sostenible y, por otro, de dar respuesta a las crecientes demandas de una sociedad que, cotidianamente, solicita de ellas cada vez más servicios. Lo destacable es que la sociedad está cada vez más concienciada con la obligación ineludible de proteger el medio ambiente.

Esto significa que debemos conseguir, entre otros importantes objetivos, que todas las aguas residuales sean tratadas adecuadamente para acabar con la contaminación, que todos los ríos y acuíferos tengan una calidad acorde con lo que estipula la normativa europea y la española, que aprovechemos al máximo las aguas regeneradas -hoy reutilizadas sólo en un modesto 15%-, o que reduzcamos al mínimo el consumo de energía de las plantas de tratamiento.

Las empresas de tecnologías del agua trabajamos con las diferentes administraciones públicas para, en un esfuerzo conjunto y de la forma más responsable, afrontar el uso y conservación del agua y promover el desarrollo de políticas de protección de un recurso sinónimo de vida.

Así está planteada la cuestión de las tecnologías del agua en España y en los países desarrollados, pero no olvidemos que más de la tercera parte de la población mundial no dispone de saneamiento y más de la cuarta parte ni tan siquiera de abastecimiento, con efectos desastrosos para la salud. Tenemos la responsabilidad de acabar con esa gravísima situación de injusticia y eso sólo será posible aumentando la ayuda al desarrollo como, al igual que otros países de nuestro entorno, está haciendo España.

Adrián Baltanás. Director de Asagua, asociación española de empresas de tecnologías del agua

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