La patronal de banca cree que los supervisores deben dejar quebrar a las entidades
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, consideró hoy que las entidades individuales "deben poder quebrar" y los supervisores deben poder dejar que lo hagan, porque de lo contrario no existe disciplina en el sistema financiero.
Las entidades (con problemas de solvencia) "efectivamente tienen que caer", si bien ello no debe entenderse nunca como liquidar, explicó Martín durante su intervención en una mesa redonda dentro del XVIII Foro de Finanzas del IESE Business School y la Asociación Española de Finanzas (AEFIN).
Por eso, preguntado por si se debía haber optado por liquidar Caja Castilla La Mancha tras su intervención, Martín insistió en que "caer" consiste simplemente en dejar que una institución desaparezca como entidad "específicamente", aunque pueda integrarse en otra.
De esta forma, se estaría cumpliendo con la finalidad y objetivo de la supervisión, que es el sistema en su conjunto, cuya estabilidad también depende de la situación económica y la política monetaria, de la que las entidades son "rehenes".
En un repaso sobre la crisis, Martín recordó que los bancos fueron los principales responsables, pero también fueron "culpables" los reguladores, supervisores, y los bancos centrales.
Los mecanismos de protección de todos ellos fallaron y una vez "estallada" la crisis nadie reaccionó hasta que llegó la "catástrofe".
Entonces se buscó el "remedio" en la regulación y los supervisores, que deben ver lo que puede ocurrir en el futuro, y es ahí donde si se descubre que una entidad debe poder quebrar, es "esencial" que lo haga.
En cuanto al desarrollo de una supervisión más efectiva, Martín defendió que en Europa se trabaje de forma coordinada para tratar de conseguir un sistema europeo único.
Si bien, advirtió de que los organismos supervisores de los diferentes países nunca se pondrán de acuerdo "si no saben quién paga la factura" por lo que pidió que "los próximos Larosière" -recomendaciones de supervisión- digan quién paga.