Cajas regionales, cajas defensivas, ¿cajas eficientes?
Las operaciones de fusión planteadas hasta ahora por las cajas de ahorros sólo garantizan una concentración del negocio en torno a menos firmas dentro de los límites de cada comunidad autónoma. Pero no está claro que el mecanismo utilizado sea el más indicado para reducir la capacidad instalada, reforzar la solvencia de las instituciones y mejorar su nivel de eficiencia. La concentración de todas las cajas de cada comunidad autónoma sólo es un movimiento defensivo para preservar el poder financiero de los políticos regionales que no soluciona el verdadero problema de sobrecapacidad de las cajas de ahorros. Si no hay un segundo paso con concentración interregional, el viaje habrá sido baldío.
En Cataluña hay dos grandes operaciones en marcha para concentrar el atomizado sector financiero de las cajas de ahorros; en Galicia, pese a las reticencias financieras, existe un empeño administrativo y político por hacer una sola gran caja envuelta en la bandera gallega; en la Comunidad Valenciana el consejero Camps se ha propuesto repetir el ejercicio fusionando a Bancaja y CAM para tejer la segunda caja española; en Andalucía es tradiiconal la práctica endogámica de sus cajeros, siempre bajo la tutela política de la Junta de Andalucía; en Castilla y León, tres cuartos de lo mismo, aunque la caja resultante no tenga la masa crítica suficiente como para afrontar con garantías su futuro en los mercados financieros; en el País Vasco ... Todo por la patria chica. Todo para mantener la hegemonía financiera en las estrechas costuras geográficas de la comunidad autónoma. Todo para disponer de una herramienta financiera que atienda determinados caprichos menores de los intereses políticos.
Cierto que sólo en algunos casos se ha hecho abuso de la herramienta para atender intereses económicos de los gobiernos regionales, pero es común su uso para desarrollara determinadas actividades del sector público regional que no encontrarían financiación en el sector privado por falta de rentabilidad, como también en verdad que en muchos casos han competido abiertamente con el sector privado en la financiación de proyectos, con el desequilibrante peso decisorio de las autoridades regionales o locales. Y en algunos casos la intermediación de los poderes políticos han contribuido, sino han sido determinantes, en el fracaso de algún proyecto financiero, como es el caso de Caja Castilla La Mancha.
Por ello hay que aprovechar la urgente necesidad que las cajas tienen de concentrarse para reducir su tamaño y superar la crisis sin más víctimas que las causadas hasta ahora, para equilibrar el mapa financiero nacional. Además de reducir capacidad instalada, sería lógico que las firmas operasen en mercados geográficamente más grandes y más diversificados, y que abandonasen el localismo como bandera de su gestión. Pero no está ocurriendo en este proceso, en el que la inmensa mayoría de las operaciones están planteadas como gestos defensivos para conversar cortijos regionales, que únicamente servirán para aplazar los problemas, o engordarlos para el futuro. De esta crisis y este ensayo de concentración no pueden salir cajas catalanas, andaluzas, valencianas o gallegas más grandes pero menos eficientes, con tal de salvar un nivel injustificado de empleo: tienen que surgir cajas más grandes, más ancladas en territorios grandes, con ratios de solvencia más sólidos, y con más capacidad para captar recursos en los mercados y disputar créditos en un escenario global y más músculo para ayudar a la economía a salir de la crisis.
Qué curioso, que sea la operación de Caja Castilla La Mancha, si fragua la operación con la BBK o Cajastur, la única que saltará los límites estrechos de su comunidad para "internacionalizarse" y hacer frente a las exigencias futuras del mercado. Pero claro, esta fusión la han hecho la crisis, la necesidad y ... el Banco de España.
Las operaciones vía satélite entre algunas cajas pequeñas para captar recursos en el mercado son ensayos clínicos que no resuelven los problemas de su limitada solvencia y mercado estrecho.