_
_
_
_
Alimentación

Sos estudia vender sus inmuebles a la banca acreedora para reducir su deuda

Sos planea desprenderse de sus inmuebles a través del lease back, una operación que le permitiría permanecer en alquiler y reservarse una opción de compra. Su intención es traspasar estos activos a su banca acreedora y, de paso, lograr dar un respiro a su deuda, que alcanza los 1.300 millones.

Sos sigue ideando fórmulas para rebajar su abultada deuda, que actualmente ronda los 1.300 millones de euros. Al margen de la pretendida venta de su división arrocera, el grupo de alimentación tratará de mejorar sus cuentas con la venta de sus inmuebles.

El pasado 20 de octubre, Sos ya reconoció a través de un comunicado a la CNMV que su plan de viabilidad contemplaba la desinversión de bienes inmobiliarios a través de la venta directa de los activos no vinculados a la producción. Sin embargo, no desvelaba cuáles eran sus intenciones respecto a las posibles opciones para colocar sus fábricas en el mercado.

Pero el objetivo de Sos no es desprenderse totalmente de sus instalaciones, sino venderlas a través de la fórmula de lease back. Es decir, vender sus inmuebles pero continuar ocupándolos a cambio de pagar unas cuotas periódicas a modo de alquiler. Además, cuando concluyera ese proceso, Sos podría recuperar sus inmuebles, ya que el lease back permite reservarse una opción final de compra.

El grupo trata de rebajar su deuda, de 1.300 millones a la mitad

Además, este movimiento tendría un doble efecto. No sólo conseguiría inyectar cierta liquidez a su caja, sino que además pretende que el comprador de sus activos sean sus bancos acreedores. El grupo presidido por Mariano Pérez Claver trata así, junto con la venta de la división de arroz, de rebajar su deuda a menos de la mitad. En concreto, pretende que ésta se reduzca hasta los 600 o 650 millones de euros en un periodo máximo de 24 meses.

Por el momento, Sos no quiere hablar del precio que tendrían sus inmuebles en el mercado. Simplemente, porque aún no lo ha fijado ya que su único objetivo es rebajar deuda. De hecho, el plan de viabilidad que presentó hace dos semanas a las entidades financieras se basa, sobre todo, en este punto.

Sin embargo, la operación podría no ser tan ventajosa dado el pinchazo de la crisis del sector inmobiliario. Actualmente, Sos tiene 11 fábricas. De ellas, seis corresponden a su división arrocera. Por ello, si el grupo logra finalmente desprenderse de esta división, que no considera estratégica, sólo contaría en cartera con las cinco fábricas de su negocio de aceite. De ellas, sólo dos son españolas (en Andújar, Jaén; y Alcolea, Córdoba). Las otras tres corresponden a su negocio aceitero en Italia. El grupo también tiene en propiedad la sede social en la localidad madrileña de Rivas, que también puede entrar dentro de este proceso de desinversión de activos inmobiliarios.

Un consejero motivó la caída en Bolsa

Hace menos de dos semanas, los títulos de Sos se desplomaron en Bolsa más de un 17%, lo que llevó a especular con el desembarco de un nuevo accionista. Sin embargo, el movimiento vino desde dentro. Uno de los integrantes de su consejo de administración colocó en Bolsa 970.000 acciones del grupo aceitero. Se trata de Giuseppe Francesco Gasparini, que desembarcó en el órgano de dirección de Sos el pasado junio, tras la marcha de los consejeros Lucas Torán y Daniel Klein. Además, es el ex propietario de la firma aceitera italiana Minerva.Según consta en la CNMV, Gasparini ha rebajado su participación en Sos desde los 2,5 millones de títulos hasta los 1,53 millones. En concreto, el 22 de octubre el consejero italiano vendió en el parqué madrileño 950.000 acciones a un precio de 2,23 euros, provocando que los títulos de Sos cerraran entonces la sesión a 2,22 euros. Además, sólo un día después colocó otras 15.000 acciones a un precio de entre 2,38 y 2,41 euros. Ayer cerró a 2,1 euros, tras subir un 2,43%.

Archivado En

_
_