El corrimiento de tierras
Nuño Rodrigo - 29/10/2009
La Gran Recesión es la primera recesión sincronizada de la historia. Marca un punto de inflexión histórico, desatando un reajuste de las dinámicas económicas, políticas y de mercado, y de las expectativas ciudadanas. Las teorías de los mercados eficientes y la "gran moderación" han sido socavadas, y la era del único superpoder ha terminado".
A veces con pocas palabras se pueden decir muchas cosas. Un reciente informe de estrategia de Citi define así el mundo después del crac de Lehman, y resulta difícil poner algún pero o alguna falta a este nuevo escenario. Hoy por hoy se sobreponen el optimismo de los gobernantes, el efecto estadístico que reverdece las comparativas interanuales y el impacto psicológico, y no tan psicológico, de la revalorización de los precios de los activos. Entre todos dan una imagen de mejora que difícilmente se sostendrá en el tiempo. Como señala Citi, la recuperación evolucionará y los costes de la crisis acabarán por aflorar. La crisis de 2008 no ha sido una crisis al uso, sino la ruptura de un modelo que ha definido y perfeccionado la estructura económica y monetaria durante más de dos décadas. Un modelo aparentemente más eficiente pero en realidad mucho más endeble.
La "nueva normalidad" que señaló Mohamed El-Erian, de Pimco, no llegará fácilmente. Citi baraja un periodo de transición de entre tres y 10 años hasta la estabilización económica, y apunta que la forma de la recuperación será la clave: una V, una U o una W. Dicha figura dependerá, dicen, de las fuerzas que se ejerzan sobre las economías: la tasa de ahorro, la inflación, el desapalancamiento... Pero el mundo en ningún caso volverá a ser el mismo. Se están corrigiendo algunas de las aberraciones que marcaron la historia económica de finales del siglo XX, y que se vieron facilitadas por la afluencia de dinero extranjero a Occidente. El corrimiento de tierras no ha hecho más que empezar.