"No están previstas nuevas subidas de impuestos durante el año que viene"
Salgado defiende el 'cheque bebé' y justifica el fin de los 400 euros para costear el gasto social.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, abrió ayer el último tramo del curso del Foro CincoDías con una conferencia en la que repasó la oscura situación económica con una mirada moderadamente optimista. Ante un nutrido grupo de empresarios, Salgado destacó que las previsiones de crecimiento del producto interior bruto que manejan las entidades privadas "están convergiendo con las del Gobierno", que hasta hace poco eran calificadas de voluntaristas. Así, destacó que los pronósticos de caída de 3,6 puntos en este año y de 0,3 en 2010 son probables, si bien el Ejecutivo "trabaja para que la realidad mejore las previsiones". Según los datos de Economía, la caída del PIB del tercer trimestre será "muy inferior" a la del segundo, y el crecimiento positivo llegará "en el primer o segundo trimestre de 2010, pero en cualquier caso antes del verano".
Buena parte del debate durante el encuentro, patrocinado por Accenture y Banco Madrid, versó sobre uno de los asuntos más calientes de la actualidad económica: la subida de impuestos incluida en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, centrada en el IVA, las rentas de capital y la deducción general en el IRPF. Antes de explicar los motivos del aumento de la presión fiscal, Salgado anunció que "no están previstas" nuevas elevaciones de ningún impuesto a principios del próximo año. "Las subidas de los especiales nunca se anuncian de antemano", matizó, "pero en todo caso nuestra intención es comprobar la eficacia de los cambios incluidos en estos Presupuestos", y, si acaso, plantear otros de cara a los de 2011.
En cuanto a las subidas del año que viene, Salgado las enmarcó en el objetivos de los Presupuestos: iniciar el camino de retorno a la estabilidad presupuestaria. Para ello, recordó que se plantea un recorte de gastos de 7.500 millones de euros, junto con una "moderada" subida de impuestos de 6.000. "Una vez decidida la necesidad de subir impuestos, creímos oportuno hacerlo de la forma que menos distorsione la actividad económica, y por eso la mayor parte del aumento será en tributos indirectos. Sin embargo, el Gobierno quiere mantener el principio de progresividad, por lo que ha incrementado los tipos de tributación de las rentas de capital, que afectan a los ingresos más elevados", se defendió.
No más cambios en las deducciones
En el turno de debate posterior a la conferencia de Salgado, los participantes del foro le cuestionaron la posibilidad de limitar el llamado cheque bebé de 2.500 euros a las rentas más bajas, o de mantener para estas la deducción general de 400 euros. Respecto al primer caso, la vicepresidenta recordó que se aplica a la renta de las madres, entre las que, por edad, "se dan muy pocos ingresos altos", por lo que "no está en la mente del Gobierno" modificarla. En cuanto a los 400 euros, explicó que fue una medida con un coste de unos 6.000 millones que se instauró para compensar a los trabajadores por las inusuales subidas de precios e intereses hipotecarios que se vivieron el año pasado. "Hoy la situación es la inversa, con precios a la baja y tipos en mínimos históricos", afirmó. "Creemos que se puede dedicar ese dinero a impulsar la actividad económica y a proteger a los parados, que son los que más sufren los efectos de la crisis".
La vicepresidenta recordó que 20 de los 27 países de la Unión Europea están inmersos en procedimientos por déficit excesivo. "Lo que debería ser la excepción es hoy lo más habitual", afirmó, antes de dejar ver que "probablemente lleve a una reflexión de la Comisión Europea a principios de años". Salgado reiteró que el Gobierno realizará "esfuerzos decididos" para devolver el déficit al límite del 3% del PIB en 2012, tal como exige el Programa de Estabilidad, aunque destacó que "si los plazos se alargan un año, el Gobierno dispondrá de más holgura".
