Cine por los rincones de Filmax
Fernández dirige la distribuidora rodeado de fotos, proyectores y guiones
Si la vida de Julio Fernández (Fonsagrada, Lugo, 1947), creador y presidente de la distribuidora Filmax, fuese una película, el primer fotograma podría estar localizado en Cereixido, una aldea de Fonsagrada. "La carretera más cercana a la aldea donde nací estaba a 10 kilómetros", cuenta. Y la siguiente escena, ya en Barcelona. "Como tantos emigrantes de finales de los sesenta y setenta llegué a una ciudad grandísima sin conocer a nadie a buscar trabajo, el contraste fue enorme", explica, "pero venía cargado de ilusiones y con esperanzas de poder disfrutar de la vida, siempre he sido festero, desde pequeño quería vivir bien, pero para eso hacía falta dinero".
Con 21 años y tres millones de pesetas ahorrados abrió una discoteca en el barrio barcelonés de Sants, mientras vendía libros y fincas los domingos. "Aprovechaba todas las horas de mi vida". También pertenecía a un grupo de teatro y pasaba todas las horas que podía viendo cine. Se metió en la producción de videojuegos y después quiso conocer la industria del cine. Se trasladó a Hollywood sin hablar inglés, "conocí a mucha gente y vi que era eso lo que quería, reproducir el esquema de las seis grandes de Estados Unidos fuera de allí". Empezó a comprar derechos de películas y también compró la marca Filmax por 100.000 pesetas a principios de los ochenta. "Se nos conoce con la minimajor española", explica divertido. Hoy ha producido más de cien películas, entre ellas la recién estrenada Rec2 y títulos como El perfume, Transiberian, El lobo, Tapas o Manolito Gafotas.
Desde su enorme despacho en la sede de Filmax, en un polígono de L'Hospitalet, Fernández asegura que nunca persiguió tener dinero, ni poder social. "Sólo me decía, y me digo, por las mañanas: hoy va a ser un gran día". Denuncia desde hace tres años que la piratería va a acabar con su compañía. "España es el segundo país con más piratería después de China, como distribuidora teníamos Slumdog Millonaire, que ya estaba en las mantas en la calle una semana antes de su estreno", explica. El empresario gallego dice sentir mucha soledad e impotencia, "nuestra empresa tiene 400 trabajadores fijos, 100 de ellos en la sede de L'Hospitalet, y 1.500 empleados indirectos, el problema es serio".
"No es sólo la piratería, es el cambio de hábitos y el tecnológico, imagínate lo que es ahora ir a pedir dinero para una película"
Pero Fernández no es en absoluto un empresario anclado en el pasado, defiende con entusiasmo el futuro de la web de pago yodecido.com, en la que se puede elegir entre 1.000 películas. "Un emprendedor tiene que ser capaz de emocionar a su equipo y de tener templanza en los momentos difíciles como éste, no es sólo la piratería, es también el cambio tecnológico, el cambio en los hábitos de consumo, y el mal momento financiero, imagínate lo duro que es ir ahora a pedir al banco para hacer una película", explica.
El espacio de trabajo de Fernández es tranquilo y agradable, con una enorme terraza al lado. Está lleno de guiones, libros, proyectores antiguos, fotos y una pared llena de monitores de televisión. También utiliza para trabajar la sala de juntas que hay al lado del despacho. "Suelo llegar sobre las 10 de la mañana y no me dejan irme antes de las 10 de la noche". Y en la hora de las comidas entra en ación su cocinera gallega, que se encarga del menú de cada día. Al hablar de aficiones recuerda que se escapa siempre que puede a Ibiza y Mallorca a navegar.
En cuanto a los viajes, dice pasarse media vida en los aviones. "A Galicia, a Madrid, a Los Ángeles, a Nueva York, a Londres". Fernández aprecia el talento, pero afirma que no se puede supeditar a la capacidad de trabajar en equipo. "Nos ha pasado alguna vez, que el director de una película se saliera excesivamente de lo pactado, que hiciese otra película y en esos momentos no he tenido nunca ninguna duda en rescindir contrato".
La charla con Fernández duraría horas y horas si tuviera que explicar los detalles de cada una de las fotos y de los recuerdos que exhiben sus paredes. Pero hay que acabar y para hacerlo recuerda dos consejos que ya le ha dado a sus dos hijas. "Primero, en la vida es fundamental no equivocarse de compañero de viaje, y, segundo, no olvidar nunca a quien te ha hecho bien y lo más rápido posible a quien te ha hecho mal, no se puede viajar con rencor".
Galería de estrellas y proyectores
Harrison Ford, Calista Flockhart, Pierce Brosnan, Salma Hayek, Marisa Paredes o Christopher Reeve son algunos de los actores y actrices que aparecen fotografiados junto a Julio Fernández, presidente de Filmax, en las paredes de su despacho. La lista es variopinta y en ella comparten cartel nombres tan dispares como Elsa Pataky o Kirk Douglas. En una estantería, además de muchos libros y guiones, hay un espacio reservado para las instantáneas con políticos, donde tienen su hueco Aznar, Jordi Pujol o Rodríguez Zapatero. Su espacio de trabajo es sobre todo una especie de parque temático del cine. Junto a las fotografías se encuentran también algunas de las mejores piezas de una colección de 3.000 proyectores de cine catalogados, de otra de alrededor de 200 pinturas relacionadas con El Quijote y de colección de 700 originales de películas de animación.