¿Existe la privacidad en las redes sociales?
España es el segundo país de Europa en el uso de redes sociales, con 13,2 millones de internautas que visitan como mínimo una red social todos los meses. En Europa sólo somos superados por Reino Unido.
Conocemos las ventajas derivadas de las redes sociales y de ahí el enorme desarrollo que han tenido en los últimos años. Pero las redes sociales alimentan fantasmas que generan sombras sobre su utilización: los perfiles falsos de usuarios, el uso de datos personales y, en definitiva, la privacidad.
Las principales redes sociales generalistas se preocupan por mejorar todo lo referente a la privacidad del usuario y permiten poder gestionar y definir el grado de exposición pública del individuo, pero se echa en falta una legislación ad-hoc que toda red social tenga que suscribir a nivel de privacidad del usuario para poder estar online.
Hace pocos meses, la fuga de información golpeó de lleno en el Real Madrid. En la Asamblea del Club se había detectado, en documentos gráficos, que decenas de personas estaban votando como socios compromisarios del Club sin serlo. Obviamente había un fraude. La investigación a través de Tuenti y Facebook de varios periodistas de un medio deportivo español les llevó a encontrar en el perfil de uno de los colaboradores de Ramón Calderón, Nanín Rodríguez de Barutell, las fotos personales de muchas de las personas que, no siendo socios compromisarios, aparecían en las pruebas gráficas ejerciendo el voto.
¿Qué podemos hacer para estar más tranquilos?
1. No agregue usuarios de forma compulsiva. Desconocemos quién está detrás y es muy fácil que nos arrepintamos en el futuro de ciertas amistades.
2. Ese conocido que le ha añadido puede no ser realmente él. Pregúntele algo para comprobar que realmente es quien dice ser, podría ser un caso de suplantación de personalidad y en ese caso hay que informar a los moderadores.
3. Una foto atractiva genera muchos más contactos. Si un desconocido sospechosamente atractivo le agrega, desconfíe. Un acceso a su información personal puede derivar en un problema de seguridad.
4. No caiga en el error de añadir gente totalmente desconocida por afinidad con otros amigos, es decir, por conocer gente en común: muchas veces ni siquiera son amigos de su amigo.
5. Pregúntese si realmente desea que un compañero de trabajo tenga acceso a sus fotos más personales. Configuremos diferentes grados y niveles de acceso para poder segmentar.
Las redes sociales son herramientas útiles y básicas, y están aquí para quedarse. Usémoslas con cabeza y cuanto antes aprendamos a hacerlo correctamente, mas podremos disfrutar de ellas. Seguro que con estas cinco reglas nos ahorraremos algún disgusto.
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. CEO de Ocio Networks