O2 y KPN cargan contra la subasta alemana de móvil
Las reglas aprobadas ayer prevén tres ganadores en la puja, lo que dejará fuera a una de las cuatro operadoras del país.
Ataque por todos los flancos contra las reglas impuestas por Alemania para la mayor subasta de espectro de telefonía móvil realizada desde 2000 y que prevé adjudicar el año que viene las frecuencias que quedarán libres tras el apagón analógico de las televisiones -el llamado dividendo digital-.
La Comisión Europea ha pedido al regulador de las telecomunicaciones del país que reconsidere las normas impuestas, porque pueden ser discriminatorias. Y las presuntas discriminadas anticipan una batalla legal para conseguir un cambio en las condiciones.
Sobre el papel, las perjudicadas son Telefónica -que opera como O2 en Alemania- y KPN -su marca germana es E-Plus-, las dos operadoras más pequeñas del mercado, con el 14% y el 16% de la cuota, respectivamente. Las beneficiadas serían Deutsche Telekom y Vodafone, que suman el 70% de los consumidores.
Las normas que la Comisión Europea, Telefónica y KPN discuten son las que prevén que las frecuencias disponibles se repartan sólo entre tres operadoras. Puesto que el mercado está formado por cuatro compañías, esta decisión deja fuera a uno de los jugadores. Telefónica y KPN tiene todas las papeletas, al ser las más pequeñas y tener menos capacidad financiera en el país.
Pero hay otro problema y es que Deutsche Telekom y Vodafone disponen de más espectro que sus rivales más pequeñas y, además, de mayor calidad. Se trata de las frecuencias en la banda de 900 Mhz, que permite muy buena cobertura para dar acceso a internet en movilidad. El espectro que se subastará el año que viene también es propicio para ese objetivo, así que la petición de Telefónica y KPN y de la Comisión Europea es que se quiten frecuencias de 900 Mhz a Deutsche Telekom y Vodafone para que pueda subastarse lo suficiente como para que todas las operadoras se lleven una parte.
Sin embargo, el regulador alemán no parece dispuesto a cambiar de opinión. Ayer contestó a la Comisión Europea y le aseguró que sus planes no dañan la competencia y que su objetivo es una rápida extensión de la banda ancha móvil.
KPN reaccionó ayer con fuertes críticas al daño a la competencia de la decisión del regulador. Telefónica ya había adelantado que, si no cambiaban las condiciones, tendría que llevar al subasta a los tribunales.