El primer ministro francés cree que el PIB puede crecer más del 1% en 2010
El primer ministro francés, François Fillon, afirmó hoy que las previsiones económicas de su Gobierno son "demasiado prudentes" y que Francia podría tener un crecimiento en 2010 superior al 1%, en lugar del 0,75% anunciado.
"Lo más duro (de la crisis) ha pasado", afirmó en una entrevista a la emisora de radio RTL Fillon, que para ilustrarlo recordó que la economía francesa desde el segundo trimestre de este año ha salido de la recesión y está volviendo a progresar.
Reconoció, no obstante, que el desempleo va a seguir aumentando porque para invertirse la tendencia hace falta que el Producto Interior Bruto (PIB) progrese a un ritmo del 1,5-2%.
Consideró que la caída del consumo que se ha producido en Francia este pasado verano ha sido "coyuntural", ya que el poder adquisitivo este año va a subir un 2%.
"Normalización" de la economía
El jefe del Gobierno francés insistió en que está pendiente la "moralización" de la economía y el reforzamiento de la economía europea para que "no sea sólo un mercado único".
Fillon estimó que "no es raro que sea mal recibida" la "tasa de carbono" que desde el próximo año gravará en los productos y servicios las emisiones de dióxido de carbono porque implica para la gente "cambiar sus costumbres".
"Es el comienzo de una fiscalidad ecológica" y "no vamos a quedarnos" sólo con esta tasa, sino que se va a traspasar una parte de la fiscalidad que grava el trabajo para fiscalizar la contaminación del medio ambiente.
Aseguró que no se va a aplazar la reforma de la tasa profesional, a la que se oponen muchos ayuntamientos por temer que recortará sus recursos, y lo justificó explicando que Francia tiene que competir en particular con los países emergentes, que se están recuperando de la crisis más rápidamente y con más vigor que el mundo desarrollado.
Fillon negó los rumores de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy lo vaya a sustituir a él, e ironizó señalando que como cada tres meses la prensa anuncia que dejará sus funciones "un día llegará". "Lo único que cuenta para mí es que desde que empezó la crisis el presidente de la República y yo trabajamos para sacar Francia de la crisis", argumentó antes de añadir que si no estuviera de acuerdo con la línea política de Sarkozy, dejaría el Gobierno.
El primer ministro conservador aseguró que la polémica sobre los elogios a la prostitución homosexual de su ministro de Cultura, Frédérique Mitterrand en un libro publicado en 2005 "está cerrada" y que debe ser juzgado por sus "éxitos" al frente del departamento.
También quiso cortar con la polémica sobre la próxima llegada del hijo del jefe del Estado Jean Sarkozy a la presidencia del barrio de negocios de La Defense insistiendo en que no va a ser nombrado sino "elegido".
"Es una competición" y en este caso como en otros en política lo que cuenta es pasar por el sufragio universal, que "da a cada cual la legitimidad para manifestarse", concluyó.