El largo adiós de Ken Lewis
Ken Lewis ha visto finalmente la luz. Tras casi 10 meses durante los cuales su mala gestión de la fusión con Merrill Lynch provocó una embarazosa y potencialmente perjudicial serie de distracciones, el jefe de Bank of America se retira.
El acuerdo entre BofA y Merrill no fue sólo la fusión normal y corriente de un banco en apuros. Contenía mucho más: no sólo una enorme prima del 70% aunque Merrill estaba a días de seguir el camino de Lehman, o la horrorosamente inadecuada due diligence que necesitó un rescate de 20.000 millones de dólares. Sino también la lamentable contradicción en la debacle de los bonus con múltiples investigaciones de varios fiscales generales, la SEC, el Departamento de Justicia y el FBI.
De alguna manera Lewis maniobró para aferrarse a su puesto más tiempo de lo que muchos esperaban. Pero al menos parece haber reconocido que su presencia es más un estorbo que una ayuda.
Un bien gestionado Bank of America sería una franquicia más convincente que Citigroup y debe se capaz de hacer sudar tinta a JPMorgan. Por supuesto, esto depende de a quién elija como sucesor el consejo de BofA. Ninguno de los candidatos de la casa es una apuesta clara: Sallie Krawchech acaba de llegar y Tom Montag es un trader, y ninguno tiene experiencia en banca minorista. Esto puede abrir la puerta al jefe de GMAC y antiguo jefe financiero de BofA Al de Molina, o al vicepresidente de PNC Bill Demcheck. Después de casi un año de una conmoción tras otra, el consejo necesita hacer la elección correcta, y pronto.
Por Antony Currie