_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Indicios de mejora bajo sospecha

Durante septiembre se vendieron en España 77.374 vehículos, casi 12.000 más que el mismo mes de 2008, lo que supone un crecimiento del 18%. Se rompe así una larga racha de 16 meses de descensos continuados, y se confirma la recuperación apuntada en agosto. Aunque es un repunte ligado claramente a las ayudas público-privadas del Plan 2000E, sin duda es una buena noticia y podría ser considerado como un síntoma de que los consumidores empiezan a salir del profundo pesimismo que ha marcado la economía durante todo este año.

Sin embargo, tampoco conviene dejarse llevar por el dato. Para empezar, las ayudas a la compra están tocando a su fin. El Gobierno las limitó en 200.000 operaciones, y hasta septiembre ya se habían realizado 117.000. Queda poco margen para octubre, mes en el que -a pesar de las fuertes caídas- los fabricantes vendieron el año pasado 77.000 vehículos. Todo indica que este mes se van a consumir prácticamente los 83.000 restantes que gozarán de ayuda.

El incremento porcentual del pasado mes se debe principalmente, además, a que se compara con un septiembre de 2008 en el que las ventas sufrieron un descalabro desconocido hasta entonces: el peor dato de la serie histórica. Los cierto es que los coches matriculados distan mucho de los más de 110.000 de septiembre de 2005, el mejor mes de la serie. Todo esto invita a relativizar la subida del mes recién finalizado.

Pero relativizar no es despreciar. Porque el dato tiene la validez de marcar una tendencia de mejora. Y esta es más significativa porque las ventas de coches se consideran uno de los principales indicadores adelantados de la economía. Habrá que esperar y ver cómo se comporta el sector si el Gobierno decide no renovar las ayudas del Plan 2000E a partir de noviembre. Pero todo apunta a que, aún sin ayudas extra, no se repetirían las grandes caídas de finales de 2008 y primeros de este año.

Lo que sí se puede asegurar con certeza es que la economía española, por muy positivo que sea el dato de ventas de coches, está lejos del final de la crisis. El FMI recordó ayer la cruda realidad de que España será, según su pronóstico, la única de las grandes economías que continuará en recesión el próximo año. Mientras, el resto de los países del euro crecerán en conjunto. El FMI no es el primero en situar a España en el furgón de cola de la recuperación. El propio Gobierno asume que el próximo año será negativo, aunque reduce la caída al 0,3%, en una previsión que genera dudas frente al 0,7% que prevé el FMI. Lo preocupante no es que falte credibilidad en la previsión del Ejecutivo, sino su inacción. A pesar de reconocer este retraso, no se ha presentado reformas -incluida la reforma laboral- que contribuyan a ganar competitividad.

Archivado En

_
_