El día después de Copenhague
Ganen o pierdan la elección de mañana para los Juegos 2016, las cuatro ciudades candidatas esperan rentabilizar la carrera olímpica.
La asamblea del COI decide mañana en Copenhague qué ciudad será la gran protagonista durante 15 días en 2016, pero las tres que pierdan no se quedarán sin nada, puesto que ya están teniendo sus minutos de fama, y porque los proyectos habrán servido para relanzar su economía.
El editor del portal especializado en olimpismo GamesBids.com, Robert Livingstone, cree que la motivación para celebrar los Juegos no debe ser económica, "porque no hay garantías" de que el resultado neto sea positivo. Se trata más bien de "una oportunidad para aparecer en la escena mundial y proporcionar un legado valioso a la ciudad". Incluso para los perdedores, los dossieres reflejan "un sueño de mejora de la ciudad y a veces son la base para futuros planes".
De ganar Madrid, según un estudio del Ayuntamiento, la inversión de los gobiernos españoles y europeo alcanzaría los 9.929 millones de euros, de los que el 59% corresponderían a la construcción; el 30% a los servicios y el 11% al sector industrial. Además, se generarían unas inversiones por 5.072 millones de euros en el resto de España. Esto supondría 139.781 puestos de trabajo sólo en Madrid. En los cinco años que restan hasta 2016 el número de visitantes representaría 2.536 millones de euros, así como 34.679 puestos de trabajo.
En Copenhague está Jesús Gatell, presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, que cree que la elección influirá de forma decisiva en su sector ya desde el día siguiente. "Habrá visitas de técnicos, de atletas, para comprobar la altitud, las instalaciones", adelanta. En 2005, año en que fue elegido Londres 2012, Madrid tuvo una nota floja en hostelería, puesto que cumplía por los pelos con las 40.000 habitaciones que exige el COI. Ahora hay 52.000 garantizadas. Río de Janeiro está muy lejos aún, pero su idea es utilizar trasatlánticos, como hizo Barcelona.
A eso hay que añadir el valor de miles de millones de espectadores viendo Madrid por televisión durante 15 días. Santiago Santos Campano, presidente de la Cámara de Madrid, cree que ayudará a que remonte el turismo de compras. "La olimpiada es lo único que le falta a Madrid para darse a conocer en todo el mundo, no por el Real Madrid, sino por sí misma". Gatell considera que con los Juegos, Madrid se distanciaría de Roma como tercera ciudad europea más visitada, aunque aún por detrás de Londres y París. El impacto, sin embargo, no será tan grande como el de Barcelona'92, ya que Madrid es ahora "bastante más conocida" que la ciudad catalana en el 86, año de su elección.
Santos Campano ve difícil una tercera candidatura, si Madrid no sale elegida. "En 2020 habría que competir con París". No sería la primera, porque Estambul ya lo ha intentado, y PyeongChang lo hará por tercera vez para los Juegos de Invierno 2018.
La historia muestra que en las últimas décadas los Juegos han resultado positivos casi siempre. Los de Montreal 76, los últimos antes de que Juan Antonio Samaranch asumiera la presidencia del Comité Olímpico Internacional, fueron ruinosos económicamente, con pérdidas estimadas en 1.400 millones de euros, que no se terminaron de devolver hasta diciembre de 2006. Pero trajeron mejoras a la ciudad: expansión del sistema de metro y reconstrucción de la isla artificial de Notre Dame, que ahora acoge el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1. En un estudio de Greg Clark, experto en desarrollo de ciudades, se refleja también el incremento del 100% en el número de turistas en Lillehammer (Noruega) entre 1989 y 1995, así como el estímulo económico que supuso, de 1.400 millones de euros. La ciudad fue sede de los Juegos de Invierno 1994.
La sede de 2006, Turín, vio como su sistema ferroviario se convertía en subterráneo y amplió su red de alta velocidad con otras ciudades europeas. Turísticamente, ha pasado de ser una ciudad de negocios a una ciudad para viajes cortos. El lado malo es que perdió 23 millones de euros, que se esperaban recuperar con los beneficios post-Juegos.
Los de Sydney 2000 permitieron que una gran extensión de terreno fuera descontaminada para la construcción del Parque Olímpico, y PriceWaterhouse Coopers estimó que la exposición de la ciudad supuso 4.200 millones de euros a la economía australiana. En Pekín, entre 2004 y 2008 se crearon 1,8 millones de empleos, y se mejoraron las infraestructuras y las comunicaciones.
7.000 viviendas para 15 días
La ciudad ganadora de mañana tendrá que dar salida a las infraestructuras construidas para los Juegos, tanto las sedes deportivas como la Villa Olímpica. "En Chicago no tienen claro si la ciudad podrá absorber 7.000 viviendas", cuenta Pedro Churruca, director general en España de la consultora Jones Lang LaSalle, asesora de Pekín y ahora de Londres. "Allí no hay tanta demanda como en Madrid. Aquí, si salen al mercado con un precio razonable no habrá problemas".El barrio olímpico, situado al este de la ciudad, en el entorno del Estadio de La Peineta, "ya ha mejorado bastante con la candidatura, se ha vuelto bastante resiencial", señala Churruca.Tras la elección de Barcelona'92 en 1986 el precio de la vivienda creció un 250% en siete años. También en Seúl creció rápidamente, a diferencia de Atlanta y Sydney.El 77% de las instalaciones deportivas de Madrid ya están construidas, incluida la Caja Mágica de tenis. Muchas se seguirán usando para la competición, y no tendrán problemas como los de la Expo 92. "Depende de cómo se gestione, el éxito no es automático", resume Churruca.