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Inmobiliario

Castellana 200, otro símbolo de otra crisis

Reyal, con 4.882 millones de deuda, paraliza su obra más ambiciosa.

Castellana 200, otro símbolo de otra crisis
Castellana 200, otro símbolo de otra crisisPABLO MONGE

A mediados de los años noventa la paralización de la construcción de las Torres Kio en Plaza Castilla, en Madrid, simbolizó un periodo de crisis en España al que se llegaba tras una etapa de cierto optimismo empresarial. Ahora, a escasos metros de las mismas torres, el proyecto Castellana 200 amenaza con convertirse en imagen de la crisis inmobiliaria que sufre en la actualidad el sector español tras el desmadre vivido en años anteriores.

Castellana 200 es hoy un bloque de hormigón de unas ocho plantas de altura, que ocupa prácticamente toda una manzana en la calle madrileña. Varias grúas solitarias rodean el edificio; no hay trabajadres. La compañía responsable, Reyal Urbis, ha paralizado las obras. De acuerdo con los planes de la empresa a finales de este año tendría que estar terminado el complejo hotelero de lujo, comercial, de oficinas y viviendas que iba a ser Castellana 200 y en el que iba a invertir 350 millones.

"A nosotros nos ha hecho polvo", dicen en un bar cercano al edificio. "Primero cortaron el tráfico por las obras y ahora que está todo parado no vienen los obreros a comer, no hay clientela", se queja el camarero. "En verano notamos que ya no había actividad; unos trabajadores nos dijeron que no había dinero para seguir con las obras", comentan unas vecinas. Las únicas personas que ayer se encontraban en el inmueble de Reyal estaban en la oficina de obra. ¿Por qué está todo parado? "Llamen a marketing y encaminen la salida, por favor".

El 27 de noviembre de 2006 el presidente de la inmobiliaria, Rafael Santamaría, presentó el proyecto ante la prensa y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Ese mismo año Santamaría había lanzado una opa sobre Urbis en una operación valorada en 3.317 millones de euros. El día de la presentación de Castellana 200 todo fueron halagos entre el alcalde y el empresario: Castellana 200 servirá "para situar a Madrid entre las primeras ciudades del mundo", declaró Ruiz-Gallardón, que en su intervención se refirió a la necesidad de la existencia de emprendedores capaces de aportar beneficios para sus accionistas y a la sociedad como el presidente de Reyal Urbis. Y Rafael Santamaría recordó que Madrid había aportado "mucho a la compañía y esta debe hacer lo mismo por la ciudad".

Pero la crisis económica, la situación del sector inmobiliario español y el del negocio financiero en general han provocado que Rafael Santamaría, con el 83,5% del capital de Reyal Urbis, pase por serias dificultades para afrontar el pago del préstamo de más de 3.000 millones de euros que logró para comprar Urbis. En la compañía admiten que el parón de las obras está ligado al proceso de negociación en el que se encuentra inmersa la inmobiliaria con la banca para refinanciar su deuda, que a 30 de junio de este año ascendía a 4.881,7 millones. "En función de como se desarrolle el proceso se contemplará una solución para este tema", explican.

Desde lo que es hoy Castellana 200 se divisan las Torres Kio; y detrás los cuatro rascacielos que ocupan los antiguos terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Superada la crisis de los años noventa llegó otra etapa de cierto esplendor económico que posibilitó no sólo terminar las obras de Kio sino construir también los mayores edificios de oficinas existentes en España. "El proyecto de oficinas es posiblemente el más competitivo del eje Castellana en este momento", considera sobre el proyecto de Reyal uno de los mayores expertos del sector inmobiliario en la capital española . "Se trata de un concepto mixto oficinas-hotel-centro comercial único en la zona. Madrid sigue siendo una de las ciudades europeas con menor presencia de cadenas internacionales y la ubicación de este proyecto cumpliría con los requisitos de localización y representatividad exigido por los principales grupos internacionales", mantiene.

Pero ahora mismo la lectura de los lemas publicitarios de Reyal en las vallas protectoras que rodean Castellana 200 resulta algo irónica: "ILUSIâN, construir ciudad respondiendo a los problemas y necesidades del entorno"; "Crear una ciudad cada vez más atractiva para sus habitantes y visitantes"; "Un proyecto vivo y perdurable".

350 millones

Castellana 200, el proyecto más ambicioso de reyal urbisInversión: La inmobiliaria, con casi 40 años de existencia, preveía invertir 350 millones de euros en la construcción de un hotel de cinco estrellas, centro comercial, oficinas y viviendas. El proyecto fue presentado en 2006 y entonces se comunicó que estaría terminado a finales de 2009.Localización: El edificio sobre el que se levanta Castellana 200, en Madrid, fue construido entre 1951 y 1954 y adolecía de aluminosis.

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