¿Con qué datos argumentaba Rajoy?
Ocupaba la tribuna de oradores Mariano Rajoy. Era el último minuto, el séptimo, de su última intervención en el debate del pleno del Congreso de los Diputados del miércoles 9 de septiembre, donde comparecía el presidente del Gobierno para informar de la evolución y las perspectivas de la situación económica y el empleo. Rajoy reprochaba al presidente Zapatero que después de las elecciones europeas hubiera aumentado los impuestos, especialmente gasóleo y gasolina, que el déficit público siguiera en la situación en la que estaba y que nos introdujera en el debate de la subida de impuestos. Con todo, insistía, "lo más grave no es eso, lo más grave, señor presidente, en este recordatorio histórico, son los resultados".
Llegado a este momento, Rajoy con la mano diestra blandió un papel tamaño folio mientras añadía: "Estos son los datos de la OCDE: España, nueve puntos de aumento. El segundo país es Islandia, y todo el mundo sabe en qué situación está España. Alemania no llega a un punto, ni Austria. Francia no llega a dos puntos. España, nueve puntos. Estos son los resultados, señor presidente del Gobierno". Hasta aquí el texto de la intervención del líder del PP, tal como consta en el Diario de Sesiones (DS) para desconcierto de sus lectores. Porque en parte alguna figuran esos "datos de la OCDE" que nadie puede saber si se referían a la venta de automóviles, al crédito facilitado a las Administraciones públicas, al gasto corriente o al impago de hipotecas.
Desde la tribuna de prensa un colega observador se interesó por conocer el contenido del papel que había sido exhibido por Rajoy, sin que los diputados pudieran verlo dada la distancia entre el orador y los escaños donde tienen reservados sus asientos. Fue laborioso. Los servicios de prensa de la Cámara lo ignoraban, tampoco había llegado a los redactores del Diario de Sesiones, ni en el Grupo Parlamentario Popular disponían de copia. Poco después, el colega había encontrado de manera fortuita durante el almuerzo a la vicepresidenta primera del Congreso, Teresa Cunillera, con quien comentó que sería surrealista la alusión en el Diario de Sesiones a unos datos innominados de la OCDE, que se suponían reflejados en un gráfico, cuyo conocimiento iba a quedar fuera del alcance de los lectores.
Recordaba el colega un antecedente, sucedido el 5 de noviembre de 1985 en la Comisión de Defensa, que originó la inserción de 32 gráficos como anexo al Diario de Sesiones de aquella fecha, donde se daba cuenta de una comparecencia del entonces ministro de Defensa, Narcís Serra. El ministro exponía la justificación de las plantillas asignadas a cada uno de los empleos en los proyectos de ley referentes a la Armada y al Ejército del Aire. A los pocos minutos del inicio, poco más de las 11.30 de la mañana, el ministro rogó que se apagaran las luces y que se oscureciera la sala para proceder a la proyección de diapositivas que, con ayuda de un puntero electrónico, pasó a comentar. El presidente de la comisión, Guillermo Galeote, fue advertido de que el texto del Diario de Sesiones sería por completo ininteligible sin los gráficos de que se había servido el ministro y decidió incautar las diapositivas y ordenar su publicación como anexo.
En el caso que analizamos la vicepresidenta del Congreso quedó comprometida a reclamar el gráfico que blandía Mariano Rajoy con unos datos de la OCDE que permanecían incógnitos y a gestionar su inclusión en el DS. Pero nunca más se supo. Avanzada aquella tarde del miércoles día 9 desde los servicios de prensa de Génova llegó por fin el gráfico remitido por correo electrónico. Vale la pena ofrecérselo aquí a los lectores de CincoDías en su estado original. ¿Habría dañado a alguien que se hubiera incluido en las páginas del Diario de Sesiones? ¿Por qué el presidente de la Cámara dejó que se exhibiera un cuadro que resultaba invisible sin reclamárselo al orador para estar en condiciones de decidir sobre la oportunidad de su publicación, una vez contrastada su autenticidad? En adelante, los diputados deberían saber que argumentar con gráficos y cuadros dejará de ser inocente.
Miguel Ángel Aguilar. Periodista