Briatore abandona el equipo Renault F1
El director y el jefe de ingenieros pagan por el escándalo de Singapur
Salida de emergencia ante la gravedad de la crisis. Renault anunció ayer el abandono del director de su equipo de Fórmula 1, Flavio Briatore, y de su jefe de ingenieros, Pat Symonds, en plena investigación de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por el caso del Gran Premio de Singapur del año pasado, en el que, supuestamente, los responsables de la escudería ordenaron a su piloto Nelsinho Piquet que estrellase su bólido para facilitar la victoria de Fernando Alonso.
La escudería francesa hizo un escueto comunicado en el que no precisó si la salida de los dos directivos fue voluntaria o forzosa. Sin embargo, todo el entorno del campeonato da por hecho que con esta medida, acompañada por la decisión de no rebatir el lunes las alegaciones que presente la FIA sobre los hechos ocurridos en aquella carrera, Renault intenta evitar una sanción ejemplar por parte del máximo organismo del automovilismo deportivo. El castigo, de probarse los hechos que denunció el propio Piquet tras su salida de la escudería, implicaría desde una elevada multa económica hasta la exclusión de la competición del equipo.
La drástica decisión tomada por Renault abunda en la sensación general de que la FIA tiene fundamentos para creer las acusaciones que lanzó Piquet. A las declaraciones del piloto y las pruebas de telemetría, que demostrarían que el brasileño aceleró para forzar el accidente, se une el silencio de Symonds ante la FIA, cuando se le inquirió sobre las órdenes que le habían dado al piloto en la reunión del día anterior. El estratega de Renault prefirió no contestar "para no mentir".
La escudería trata de evitar una sanción más dura por instar a Piquet a estrellarse
El Consejo Mundial de la FIA tratará la semana que viene el caso. La marcha de Briatore y Symonds puede ser un eximente, aunque el caso reviste una gravedad especial, ya que la orden de provocar un accidente, con el riesgo para el propio piloto y para todos los demás, supera los límites de otras polémicas recientes, como el espionaje de McLaren.
El caso tiene, además, un fondo más complejo y vinculado a la figura del propio Briatore. El magnate italiano está enfrentado a la FIA y a la FOA (la empresa de Bernie Ecclestone que administra los derechos de la competición) desde hace tiempo y ha encabezado las revueltas de los equipos contra la manera en que el británico repartía los beneficios. La salida del circo de Briatore, que tanto ha incomodado al presidente de la FIA, Max Mosley, y el propio Ecclestone, puede ser la cabeza que necesita la federación para no ensañarse con Renault. Ron Dennis, ex patrón de McLaren, ya hizo es camino.
Alonso queda al margen y Renault, en el alero
El futuro de Renault en la Fórmula 1 es en estos momentos una incógnita. No tanto el de Fernando Alonso, que no se ve afectado por la investigación. Sólo si se excluye a la escudería lo que resta de temporada podría afectar al asturiano, que tiene un pie en Ferrari para 2010.Sin embargo, el equipo francés podría ver comprometido su futuro. El presidente de Renault, Carlos Gohsn, querría seguir los pasos emprendidos por otros constructores, como Honda o BMW, que han abandonado la competición para centrarse en el negocio natural.Sin embargo la marcha de Renault tendría más consecuencias que la desaparición de una escudería, ya que la marca motoriza a toda la GP2 y a las World Series, además de otras fórmulas de promoción.