Cuando se quiten el maquillaje
El cuarto trimestre del año, y en particular el último mes y medio, es época de mucho movimiento de carteras, movimiento que suele conformar lo que se conoce como el rally de fin de año. De un lado, una parte de los gestores prepara sus carteras para el comienzo del curso siguiente, mientras que otra realiza las compras o las ventas pertinentes para salir bien en la foto de cierre de ejercicio. Es lo que se conoce como maquillaje de fin de año. Si las Bolsas han subido durante todo el ejercicio y el gestor en cuestión se ha perdido el rally, compra en los últimos estertores del curso para rascar algo de la rentabilidad a la cartera y mostrar una posición ganadora en diciembre.
Este año, el maquillaje de fin de curso puede ser antológico. Al fin y al cabo, seguro que se pueden contar con los dedos los gestores que han cogido el rebote de las Bolsas desde el primer momento, y es un hecho que la inercia de la subida de las últimas semanas obedece más a la entrada en el mercado de los gestores que se quedaron fuera que a una percepción de total seguridad con respecto al devenir de las economías en los próximos meses. Los mensajes son optimistas, pero nadie de momento pone la mano en el fuego por una recuperación fuerte y sostenida.
La inercia alcista de los mercados puede continuar, ¿por qué no? Al fin y al cabo hay ingentes bolsas de liquidez esperando el momento para entrar en renta variable. El mercado está premiando la asunción de riesgo, mientras que el activo más conservador, con los tipos en mínimos, apenas rinde.
Pero ya ha habido algún analista que ha advertido sobre lo que puede venir a partir de enero. Y puede no ser bueno, porque antes o después los gestores le quitarán el maquillaje a sus carteras, después de la foto, y eso es sinónimo de ventas y caídas. Pero claro, a ver quién es el osado que se atreve a aventurar lo que vaya a hacer la Bolsa en los próximos meses.