Respuesta de Boeing al artículo de Philip Lawrence
El artículo de opinión de Philip Lawrence que su diario publicó el pasado 8 de septiembre (Subsidios Airbus/Boeing, un anacronismo legal) contiene una serie de afirmaciones erróneas e inexactas sobre la disputa entre Estados Unidos y los Gobiernos europeos acerca de los subsidios a Airbus. Nos centraremos aquí en dos de ellas.
El profesor Lawrence, que es consultor y asesor de EADS y Airbus, trata de perpetuar el mito de que el proceso de resolución de la disputa ante la OMC durará todavía muchos años. La OMC trasmitió la semana pasada a Estados Unidos y los Gobiernos europeos su decisión preliminar confidencial en el caso de Estados Unidos contra la Unión Europea. Los Gobiernos que son parte en este caso tienen ahora la oportunidad de revisar y hacer sus comentarios al borrador de la decisión de la OMC antes de que se convierta en definitiva. Este proceso toma por regla general meses, no años, lo que significa que se puede esperar una decisión definitiva a finales de este año. Existe la posibilidad de apelación, pero las reglas de la OMC establecen que la apelación se resuelva en 90 días -de modo que la decisión en el caso de Estados Unidos, tras apelación, estaría prevista para la próxima primavera, y no en 2012 como sugiere el profesor Lawrence-.
El profesor Lawrence trata asimismo de perpetuar el mito de que los Gobiernos europeos deben subsidiar a Airbus, porque la NASA y el Ministerio de Defensa subsidian indirectamente a Boeing a través de contratos de I+D, acusación que el Gobierno de Estados Unidos ha negado rotundamente ante la OMC, organismo al que la Comisión Europea ha pedido formalmente pronunciarse sobre las prácticas de Estados Unidos. Este proceso sigue su curso de forma separada, varios meses por detrás del primero.
El verdadero trasfondo de este largo y complejo caso es el siguiente: durante muchos años se han hecho acusaciones por ambas partes, y el intento de llegar a un acuerdo ha fallado repetidas veces. Consecuentemente, ambas partes han recurrido a la OMC para que lleve a cabo un análisis y un dictamen independientes. Este es el objeto mismo de la OMC. Esperamos ver la decisión final para ambos casos el próximo año. Cuando esto suceda, los Gobiernos y compañías a ambos lados del Atlántico deberán respetar el procedimiento que la OMC establece para acatar sus dictámenes, que ellos -y otros 120 países- acordaron aceptar en 1995. Esto es importante para preservar un escenario verdaderamente competitivo para la industria aeroespacial, sentar el precedente adecuado para otras naciones que deseen desarrollar su propia industria en este sector, y mantener la confianza de la opinión pública en el sistema de comercio global.
Ted Austell. Vicepresidente de Asuntos Ejecutivos, Legislativos y Regulatorios de Boeing