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Economía

La productividad explica el retraso de España ante Alemania en la crisis

El paro español aumenta nueve puntos, por una décima del alemán El diferencial de productividad y el poderío exportador de Alemania respecto a España explican que el país centroeuropeo haya salido de la recesión sin aumento del paro, mientras que el desempleo español se ha duplicado y no se espera crecimiento del PIB hasta un año más tarde.

En la primera mitad de la década, España creó dos tercios del empleo de la zona euro; desde el estallido de la crisis financiera global, hace dos años, es responsable de dos de cada tres puestos de trabajo perdidos en la zona. Ese giro copernicano ilustra la extremada correlación del mercado laboral español con la evolución del PIB: sólo desde principios del año pasado, la tasa de paro ha aumentado en nueve puntos, hasta situarse en el 18,1% de la población activa. En el mismo periodo, Alemania apenas ha elevado su tasa en una décima, hasta el 8,3%.

La enorme diferencia del impacto de la crisis sobre el empleo tiene como corolario la pronta salida de la recesión de Alemania: su PIB creció en el segundo trimestre de este año, mientras que el gobierno español no espera la salida hasta el segundo de 2010. Un ejercicio completo de retraso y una tasa de paro doblada tienen una causa última: las diferencias de productividad.

El valor añadido por empleado en España alcanzó en 2007 los 49.200 euros, frente a los 76.500 en Alemania. Al mismo tiempo, en los seis primeros años de la década los costes laborales unitarios crecieron en España un 17% y los alemanes descendieron 12,9%. Esos guarismos reflejan una relación coste/beneficio por trabajador muy favorable en el caso alemán, que permite que, en un proceso recesivo, el umbral de caída de actividad a partir del cual la empresa prefiere recortar plantilla es más alto en Alemania.

Esas diferencias de productividad se trasladan fácilmente al potencial competitivo de las empresas, crucial en los mercados exteriores. Así, el valor de las exportaciones de Alemania roza la mitad de su PIB, mientras que el de las españolas apenas alcanza la cuarta parte. Precisamente, las exportaciones han tirado de la locomotora alemana para lograr la esperada salida de la recesión.

Estructura productiva

Pero hay otros condicionantes que explican los distintos impactos de la crisis sobre el paro. Al margen de la influencia del aumento de la población activa, en términos estrictos de destrucción de empleo existe una explicación sectorial: en el arranque de la crisis, más del 13% de los ocupados españoles trabajaban en la construcción, doblando el porcentaje de los alemanes. La recesión se ha cebado con un sector sobredimensionado y muy intensivo en mano de obra.

Xavier Segura, director del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, apunta a la temporalidad como otro condicionante fundamental. En España, llegó el 34,6% del empleo a finales de 2006, doblando la media comunitaria. La facilidad del despido en ese tipo de contrato ha llevando a perder cerca de 1,2 millones de empleos temporales. El estratega de Citi José Luis Rodríguez Campuzano sostiene, por otra parte, que las ayudas públicas han ayudado al éxito alemán. Berlín ha optado por subvencionar parte de la pérdida de actividad, a cambio del compromiso de que no se deje a trabajadores en la calle. Espera un repunte del paro en los próximos meses todavía en un entorno de crecimiento bajo. Con todo, las diferencias estructurales "mantendrán la distancia con España".

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