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El debate económico

Zapatero fija en 15.000 millones la subida máxima de los impuestos

Mariano Rajoy recibió ayer un regalo inesperado de José Luis Rodríguez Zapatero. Este último anunció en el primer debate económico de la temporada el coste de la próxima reforma fiscal, fijado en un máximo de 15.000 millones de euros, sin detallar su contenido. La discusión sobre la política tributaria entró así por la puerta grande del Congreso con la sensación dentro del PP de que la tiene ganada de antemano.

Zapatero
ZapateroPABLO MONGE

La comparecencia de Zapatero transcurría según los cánones previstos hasta que al llegar al folio 18 de su discurso el presidente soltó la información que tanto perseguía el PP: "Se producirán algunos ajustes fiscales que representarán una subida moderada de la presión fiscal. Será una subida que quedará por debajo del 1,5% del PIB para el conjunto de las administraciones públicas...". El portavoz adjunto de Economía en el Grupo Popular, Álvaro Nadal, no tardó ni medio minuto en saltar de su escaño para traducir a Mariano Rajoy lo que acababa de anunciar el presidente: el coste de la reforma fiscal será de 15.000 millones. Desde entonces, se asentó en los bancos del PSOE la sensación de que el Gobierno había perdido el debate, por mucho que la vicepresidenta Elena Salgado se afanara en los pasillos en convencer a los periodistas de que el "esfuerzo colectivo" que el Gobierno le pide a los ciudadanos es "moderado".

Según sus datos, la presión fiscal heredada por Zapatero en 2004 era del 34,5% del PIB, mientras que ahora es del 32,8%. Con la suma del punto y medio que propone el Ejecutivo, quedará en el 34,3%, varias décimas por debajo, por lo tanto, de la que generó la política fiscal del PP. A juicio del presidente, el "esfuerzo colectivo" que ahora pedirá a los ciudadanos es menor teniendo en cuenta que, según sus cálculos, la rebaja de impuestos de los últimos años ha supuesto la transferencia de más de 20.000 millones de euros al bolsillo de los particulares y empresas.

El presidente dio el titular, pero no detalló la reforma. Sólo insistió en que no se tocarán los tipos del IRPF. Para llegar a los 15.000 millones de recaudación suplementaria, el Gobierno se plantea eliminar por completo la deducción de los 400 euros en el IRPF y revisar todas las deducciones del impuesto, incluidas las que afectan a la vivienda. Con todo, Zapatero, que tanto ha criticado la inversión en cemento, llegó a reconocer que "la recuperación no será vigorosa si no logramos normalizar el sector inmobiliario dando salida al stock de viviendas".

Elena Salgado no vería inconveniente en prescindir también del famoso cheque-bebé de 2.500 euros, pero en este caso juega contra el criterio del presidente. Todas las posibilidades siguen abiertas, comentó a los periodistas.

Zapatero sí anunció ayer un severo recorte del gasto que, por término medio, supondrá para los ministerios un 6% menos de recursos para 2010. Se conseguirá gracias a la contención del gasto corriente, de las retribuciones de los funcionarios y de la restricción radical de la oferta de empleo público. Sólo dejará a salvo el gasto social: pensiones, prestaciones por desempleo,dependencia y becas de estudio. Y también las inversiones en infraestructuras.

El líder del PP, Mariano Rajoy, emplazó a Zapatero a ser más audaz en el recorte del gasto y le ofreció para ello "un gran pacto" a cambio de no subir los impuestos. El presidente le tomó la palabra un tanto a la ligera y le anunció que en breve la convocará en la Moncloa para debatir este tema.

A estas alturas, el PP tampoco tiene claras las partidas del gasto que podrían suprimirse para frenar el galope del déficit y poder llegar a cumplir en 2013 las reglas del pacto de estabilidad presupuestaria. No obstante, sus dirigentes aseguran que es al Gobierno a quien le corresponde asumir el coste político que acarrearía señalar los capítulos donde introducir la tijera. En todo caso, el PP tendrá la ocasión de retratarse cuando sus presidentes autonómicos sean llamados a finales de octubre por Zapatero para que aporten su grano de arena. El presidente piensa pedirles un esfuerzo solidario para salir de la crisis.

El debate de ayer también arrojó algo de luz sobre los contenidos de la ley de Economía Sostenible que el Gobierno enviará en breve al Congreso. El proyecto, según reveló Zapatero, será un compendio de las medidas anunciadas en el último año para acelerar la reactivación y sentar las bases de futuro para un nuevo modelo de crecimiento. En este cajón de sastre entrarán iniciativas como la reducción de las cargas administrativas, la reforma de los organismos reguladores, la rebaja temporal del impuesto sobre Sociedades para las empresas que mantengan o creen empleo o los estímulos a la rehabilitación de viviendas.

La ley articulará dos fondos. El primero estará dotado con 20.000 millones de euros y financiará proyectos de innovación tecnológica, eficiencia energética e internacionalización de las empresas. Este dinero lo pondrá el ICO y entidades privadas. El segundo fondo, dotado con 5.000 millones, irá destinado a la inversión local y será aprobado el próximo 16 de octubre. El Gobierno quiere dedicar estos recursos a obras que aporten más valor añadido que las que han sido financiadas con el fondo de 9.000 millones aprobado en primavera.

La respuesta que le dio Rajoy al presidente fue bastante demoledora, según reconocían ayer no pocos diputados socialistas al finalizar el debate. "Usted ya no genera confianza, no escucha ni a sus ministros, es el principal lastre para la economía española...". Zapatero se defendió jaleando la decisión de Moody?s de mantener la triple A a la deuda del Reino de España.

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