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Columna
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Telefónica sigue con su romance chino

El conocido interés de Telefónica en China siempre a sido básicamente unidireccional. La operadora española empezó a edificar su participación en China Netcom en 2005. Pero su amor parece que por fin puede ser correspondido. Telefónica ha acordado una alianza con Unicom, que absorbió a Netcom el año pasado.

La pareja ha acordado intercambiar participaciones valoradas en 1.000 millones de dólares, convirtiéndose ésta en la primera vez que una empresa china de telefonía contará con participaciones en una operadora europea. Unicom se quedará con poco menos del 1% de la española, mientras que Telefónica aumentará su participación en Unicom hasta el 8%. Ambas están planeando también trabajar conjuntamente en el desarrollo de productos, en las compras y en los servicios a multinacionales.

Para Telefónica, se trata de una vía sin coste en efectivo para aumentar su exposición al mercado de telefonía móvil con más crecimiento del mundo. Unicom es una de las principales beneficiarias de la apuesta de China por la telefonía móvil de tercera generación, y emplea la misma tecnología WCDMA que Telefónica.

Desde el punto de vista chino, Telefónica tiene dos grandes atractivos. En primer lugar, está muy bien posicionada en América Latina, región ésta rica en materias primas y un enorme mercado potencial para las exportaciones chinas. Y en segundo lugar, España siempre le ha hecho el juego a la diplomacia de Pekín evitando cualquier confrontación.

No obstante, resulta difícil ver qué espera conseguir del acuerdo cada compañía. Puede que el ahorro de costes marginales, pero ninguna de ellas lo ha cuantificado. La participación china en Telefónica será demasiado pequeña como para influir en ella. E incluso si la española logra su objetivo de conseguir un 10% de Unicom, el Gobierno chino nunca permitirá que una empresa extranjera se haga con algún tipo de capacidad de control de una de sus grandes compañías.

Hay otra manera más de enfocar este tema. El swap de acciones puede ser una señal de que los chinos creen que las acciones de Telefónica son baratas. Saltaron un 2,3% el lunes por la mañana. La apuesta china ya ha merecido la pena, al menos sobre el papel.

Por Fiona Maharg-Bravo

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