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Construcción

OHL replicará en Centroamérica su negocio turístico de México

El grupo constructor OHL está a la caza de localizaciones para lanzar una segunda iniciativa turística como la que explota en México, cuya inversión es de 1.000 millones, en alianza con tres cadenas hoteleras de lujo. Panamá, Costa Rica, República Dominicana y la costa Pacífico mexicana son las opciones.

De la Riviera Maya, donde tiene en fase final de desarrollo el macro complejo hotelero y residencial de lujo Mayakobá, hacia nuevos destinos en Centroamérica y el área caribeña. El personal de OHL está peinando distintas plazas para impulsar a su filial OHL Desarrollos, centrada en proyectos turísticos para clientes del máximo nivel.

La empresa reconoce su intención de ampliar el negocio y distintas fuentes aseguran que la búsqueda se está centrando en Costa Rica, Panamá, la costa Pacífico de México y República Dominicana, sin descartar Brasil. De hecho, OHL ya mantiene conversaciones con algunos de los Gobiernos, agentes sociales y económicos de los países mencionados con el fin de sondear como perciben sus planes.

Nacida en 2001, la actividad de OHL Desarrollos se ha centrado básicamente en el aprovechamiento de 6,4 millones de metros cuadrados, entre Cancún y Playa del Carmen, que cayeron en manos de Juan Miguel Villar Mir, primer accionista de OHL, cuando fusionóHuarte y Obrascón en 1998.

Sobre ese terreno se han levantado hoteles, financiados junto con tres de las cadenas más prestigiosas del mundo, y villas para un público de alto poder adquisitivo. Entre los socios de OHL figuran la canadiense Fairmont, la estadounidense Rosewood y la asiática Bayan Tree Holdings.

El grupo desafía a la crisis hotelera y residencial con sus nuevos planes, enmarcados en un nicho de negocio muy específico. De forma paralela espera poner en marcha un cuarto establecimiento en Mayakobá a la vuelta de quince meses, en el que participa la californiana Kor Hotel Group, y está en conversaciones con un nuevo gigante del sector para culminar el proyecto con el quinto hotel (en su día hubo contactos con Raffles, subsidiaria de Fairmont).

El modo de entrada en otros países será semejante, según las fuentes consultadas. Una vez que los hoteles están sobre planos, OHL mantiene el control sobre los mismos, pero da entrada al operador hotelero y le cede la gestión. La inversión enMayakobá como pilar central de OHL Desarrollos, sumará unos 1.000 millones a compartir entre con los distintos socios hasta 2012. La filial alcanzó unos ingresos de 27,3 millones al cierre de junio, lo que implica una caída del 38% respecto a hace un año, y su Ebitda llegó a los 5,7 millones, un 12% más. Su misión, según la empresa, es "canalizar recursos corporativos de OHL hacia oportunidades de diversificación".

De cara a nuevas actuaciones, la empresa se implicaría desde la elección de los terrenos hasta el diseño del complejo, construcción y explotación, pasando por el análisis de viabilidad y la captación de fondos. Hasta ahora su mercado objetivo está en América, por las posibilidades que arroja el turista estadounidense, y las exigencias para nuevas plazas son la existencia de un aeropuerto amenos de una hora, un entorno atractivo para el cliente y la posibilidad de mejorar el nivel de la zona con una nueva oferta.

OHL también está abierta a actuar en Europa, y el producto a comercializar es tanto el resort, como hoteles urbanos y proyectos residenciales.

Nuevas mansiones y el segundo campo de golf para Mayakobá

"CuandoMayakobá esté maduro pasarán por sus instalaciones unas 100.000 personas del máximo poder adquisitivo cada ejercicio", explica una fuente relacionada con esta iniciativa de OHL. La entidad lleva un año de explotación en sus dos primeros hoteles, ha puesto en marcha este verano el tercero y el cuarto debería inaugurarse en 2010. Pero más allá de la oferta hotelera, OHL va a poner en marcha una segunda fase en Mayakobá enfocada al mercado residencial de lujo. Las villas giran en torno al único campo de golf, El Camaleón, que acoge un torneo de la PGA fuera de suelo estadounidense o canadiense, y se venden a precios que parten de los 3,5 millones de dólares. También tiene en las últimas fases de aprobación un segundo campo de golf de 18 hoyos y va a potenciar su apuesta por las mansiones. Todo un desafío al actual ciclo de enfriamiento tanto del mercado inmobiliario como hotelero.

Un negocio que trata de superar el efecto de la gripe A

OHL reconoció en el informe de gestión que resume los seis primeros meses del año de actividad que su negocio turístico mexicano se verá tocado por el efecto de la gripe A. "En los primeros momentos se registraron muchas cancelaciones de reservas, aunque en los últimos meses los niveles de ocupación han empezado a recuperarse", cita la compañía refiriéndose a los hoteles de Mayakobá. En todo caso, la entidad habla de un negocio a largo plazo que en su primer año de explotación ha alcanzado un importante hito: los tres hoteles (Fairmont, Rosewood y Banyan Tree) han obtenido la calificación AAA cinco diamantes que otorga la editorial de viajes y empresa de servicios al viajero American Automobile Association (AAA). "Sólo el 0,5% de los hoteles puntuados tienen esta máxima calificación y la media de tiempo para conseguirla es de cuatro a cinco años", citan fuentes de OHL.

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