Telefónica culpa a la regulación del subdesarrollo de internet en Europa
Telefónica lanzó ayer un duro ataque contra la política de telecos de la Comisión Europea, a la que acusó de frenar las inversiones y de reducir en 40.000 millones los ingresos del sector. Si Europa está muy por detrás de otros países en las nuevas redes ultrarrápidas de internet, Bruselas es la culpable, afirmó.
En Japón, el 48% de las conexiones de banda ancha se hacen por fibra óptica, la nueva red que lleva a los hogares velocidades de conexión a internet de 100 megas y televisión de alta definición; en Corea del Sur, la cifra desciende un poco, al 44%. En Europa, mientras tanto, el porcentaje es del 2%. ¿A qué se debe esta situación? Telefónica lo tiene claro. La culpa es de la Comisión Europea y de la regulación que ha aplicado al sector.
Así lo aseguró ayer el consejero delegado de la operadora, Julio Linares, en un duro ataque a las medidas que ha tomado la comisión en los últimos años. "Ha sido sorprendente, increíble para mí, que desde la CE se pretendiera regular los precios de un mercado en competencia, pero se ha hecho", señaló, durante su intervención en el XXIII Encuentro de Telecomunicaciones, organizado por la patronal Aetic y que se celebra esta semana en Santander.
Las consecuencias de esta actitud han sido nefastas, según el ejecutivo. La rebaja de los precios de las llamadas de móvil entre países europeos y de las tarifas de terminación está provocando una merma de ingresos que se cifra en 40.000 millones de euros para las operadoras de la UE entre 2007 y 2012, calcula Linares. En términos de inversión, Bruselas ha provocado una reducción de 6.000 millones en el mismo periodo.
Por eso, la capacidad de las telecos para afrontar los desembolsos que requieren las nuevas redes ultrarrápidas de internet se ha visto reducida en Europa frente a otros países y coloca al Viejo Continente a la cola de las zonas más desarrollados en avance de la nueva era tecnológica.
Las críticas de Telefónica a la regulación que viene desde Bruselas no son nuevas, pero ayer cobraron intensidad. Y el momento para ello no es inocente. La Comisión Europea está agotando su mandato, lo que abre la oportunidad de un cambio de personas que planteen una estrategia distinta para la industria tecnológica. En concreto, el tiro de Telefónica apunta directamente a la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane Reding, quien, pese a todo, está reuniendo bastantes apoyos para seguir adelante.
Con renovación o sin ella, en cualquier caso, Telefónica considera que todavía se está a tiempo. El nuevo marco regulatorio de telecos está pendiente de aprobación y un cambio en las medidas que pensaban tomarse, que no afrontaban los nuevos retos sino que se anclaban "en los problemas del pasado", es de vital importancia. La diferencia entre un desarrollo rápido de la banda ancha y uno lento con el horizonte de 2014 significa poner en peligro un crecimiento del PIB europeo de 400.000 millones. Optar por lo primero crearía 1,8 millones de puestos de trabajo más que quedarse en la vía lenta, según las cifras de Telefónica.
Para que un desarrollo rápido sea posible, Linares pidió políticas públicas que promuevan la inversión y la innovación, con una regulación flexible, que deje lugar a la cooperación y a la posibilidad de compartir redes entre las operadoras.
Las telecos son el sector que mejor está resistiendo a la crisis, aseguró. Ahora Linares pide que la regulación y también la imposición de más fiscalidad no lo estropeen.
Por otra parte, Telefónica podría estar ultimando la venta de su 32% de la operadora marroquí Meditel. Según la prensa local, el principal fondo de Marruecos, CDG, y el mayor grupo privado, Finances.com, están preparando una oferta.