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Columna
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Un negocio para superhéroes

Disney va a pagar un precio de superhéroe para hacerse con Marvel, la creadora de Spiderman y Iron Man. Disney desea dar vida a su imaginario de piratas y princesas, lo que es comprensible. Y los términos implícitos en el trato garantizan un final feliz para los accionistas.

A pesar de lo seductora que parece la compra estratégicamente hablando, a los accionistas de Disney no les ha cautivado la fantasía del cuento. La respuesta del mercado fue un recorte de 1.640 millones de dólares del valor de Disney, cifra que casi dobla la prima que la compañía acordó pagar a los accionistas de Marvel.

Es fácil entender las preocupaciones de los inversores. Hace pocas semanas que Marvel dijo que este año esperaba 100 millones de dólares de ingresos netos de la venta de cómics, la producción de películas y series y de merchandising. Eso supone que la cifra de la valoración que Disney hace de la compañía multiplica por 40 los ingresos de Marvel. Además, está pagando alrededor del 40% de la consideración con la emisión de acciones que cotizan a 15 veces el valor de los ingresos.

Así que hace falta cautela. Pero sugerir, como parece hacer el mercado, que la operación destruye valor más allá de la prima que Disney va a pagar parece extremo. Los dueños de Mickey Mouse ya pagaron por Pixar una cantidad que multiplicaba por 45 la cifra de ingresos. Aunque el precio por acción de Disney está ahora al mismo nivel que cuando el acuerdo se firmó, la compra cumplió el propósito crítico de resucitar la franquicia de animación.

Además, los ingresos de Marvel acusan la ausencia este año de un gran estreno comercial. El año pasado ganó 200 millones de dólares gracias al éxito de Iron Man, cuya secuela se estrena en mayo. Y es razonable esperar que Disney explote mejor las oportunidades que brinda el negocio de los derechos sobre los personajes de Marvel -desde parques temáticos hasta toallas del Capitán América-, ya que tiene más recursos.

Los resultados no serán inmediatos, lo que quizás justifique la reacción de los inversores. Marvel tiene negocios independientes, incluyendo alianzas con rivales de Disney en la distribución. Disney, además, no dispone de todos los medios para exprimir los personajes de Marvel, particularmente en el área de los videojuegos. Quizás este capítulo constituya la secuela más interesante de su serie de adquisiciones.

Por Rob Cox

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