Botín: una luz en la oscuridad
Ahora que las Bolsas recuperan el terreno perdido, la preocupación ha pasado de la deflación de activos a la inflación y evitar cometer errores pasados. Pero recordemos que las caídas de las Bolsas fueron la consecuencia y no la causa de la crisis financiera.
La causa fue el exceso de oferta de titulizaciones, derivado de un sobreendeudamiento de las familias, especialmente en EEUU, y la duda razonable sobre su capacidad de pago, que provocó el colapso de los mercados financieros en el verano de 2007, la deflación de activos y la crisis bancaria global.
Por lo tanto, para analizar la salud del enfermo es más importante seguir los mercados de titulizaciones que las Bolsas.
Hablar de mercado de titulizaciones es un eufemismo porque la demanda ha desaparecido y no hay apenas transacciones, pero esta semana en medio de las tinieblas de la incertidumbre Emilio Botín y el Banco de Santander han mostrado el camino hacia la luz y la salida del túnel.
El banco ha anunciado su intención de recomprar sus titulizaciones por valor de 16.000 millones de euros. El banco concedió los créditos y los vendió y es el que mejor conoce la cartera, la morosidad esperada, los prepagos etcétera, por lo que el anuncio de compra es una señal clara de que los precios están infravalorados y han sobrerreaccionado.
Estos títulos, muchos siguen siendo AAA, cotizan a euríbor más 700 puntos básicos o por encima. El Santander vendió los préstamos a 100 y se los va a recomprar a 70 u 80 por lo que ayudará al banco a cumplir su objetivo de seguir siendo el que más beneficios da del mundo.
Para que Botín tome esta decisión ha sido necesario que la política fiscal y la política monetaria sacaran a la economía de la recesión, frenarán la destrucción de empleo, suavizaran la caída de la demanda de viviendas y de los precios de las mismas y garantizasen al sistema bancario la liquidez necesaria que el mercado no puede dar por si sólo. Sin duda una excelente noticia.
José Carlos Díez. Economista jefe de Intermoney