El BCE pide a la banca evitar una "excesiva prudencia" a la hora de dar créditos
El miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, considera que la banca no debe ser excesivamente prudente en la concesión de préstamos dada su función social y cree que debe seguir esforzándose para no perder oportunidades rentables de concesión o renovación de préstamos.
En una entrevista concedida a Europa Press al cumplirse dos años del estallido de la crisis ''subprime'', González-Páramo subrayó que es "muy importante que los bancos eviten caer en un estado de excesiva prudencia", por lo que deben seguir persiguiendo nuevas oportunidades de financiación.
"No es necesariamente mejor ser excesivamente conservador que ser imprudente en la concesión de préstamos", subrayó González-Páramo, quien resaltó la labor del BCE al fomentar la provisión de crédito a las empresas y familias para mitigar "el riesgo de una severa contracción del crédito", y al comprometerse a mantener sus medidas no convencionales de gestión de liquidez mientras sea necesario y "como mínimo hasta final de 2009".
A su juicio, los bancos deben reforzar aún más su base de capital y liquidez para poder hacer frente a posibles futuros riesgos y para garantizar "una adecuada provisión de crédito a la economía", ya que, según recordó, "el sistema financiero internacional sigue atravesando un periodo de corrección y aún hay mucha incertidumbre sobre la solidez de las entidades financieras y bancarias y su capacidad de resistencia ante nuevas perturbaciones negativas en la actividad económica".
En este sentido, el miembro del BCE también subrayó que aunque "parece claro que ya no estamos en caída libre, sería prematuro anunciar el fin de la crisis". Respecto a la evolución de las entidades en este contexto de incertidumbre, González-Páramo destacó que "a medio y largo plazo algunas entidades tendrán que adoptar medidas de reestructuración para reforzar su capacidad de resistencia", lo que, a su juicio, puede requerir ajustes en sus modelos de negocio.
El responsable del BCE subrayó que dada la magnitud de los retos y los posibles riesgos para la banca es "muy importante" que las entidades aprovechen las ayudas que los gobiernos ofrecen en la actualidad, aunque, a su juicio, los reguladores y los supervisores deben comenzar "a aplicar medidas que refuercen la transparencia, que garanticen una adecuada toma en consideración del riesgo y que minimicen la prociclicidad de ciertas regulaciones".
Posible ajuste del sistema en España
En el caso español, González-Parámo resaltó que no debe excluirse que en el futuro la dimensión y el modelo de negocio de una parte del sistema bancario "deban ajustarse" ya que la banca española tiene que afrontar los retos derivados del modelo de expansión que han seguido en el pasado, basado en, buena parte, "en el pronunciado crecimiento del crédito inmobiliario".
A este respecto, el dirigente del BCE señaló que será el Banco de España quien se ocupará de establecer "en qué entidades intervenir y de catalizar los oportunos procesos de reestructuración". No obstante, elogió la labor del organismo, ya que, según recordó, el sistema bancario español no ha estado mezclado en inversiones ''subprime'' y ha hecho frente al primer embate de la crisis en condiciones relativamente favorables, en parte, por su gran tarea de supervisión.
Asimismo, valoró de manera muy positiva la creación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) porque "resuelve el problema más importante en este momento para los bancos, que es la escasez de capital de algunas entidades".
Respetar la competencia
En este sentido, González-Páramo resaltó que le parece "muy bien que el Banco de España juegue un papel protagonista en las decisiones de reestructuración de las entidades más débiles", ya, a su juicio, "ofrece plena garantía de competencia técnica e independencia en la toma de decisiones". No obstante, señaló que hay que someter las medidas de apoyo de los gobiernos a reglas precisas para evitar que "las iniciativas de ayuda al sector financiero afecten a las condiciones de competencia y generen distorsiones en el mercado financiero europeo".
Asimismo, recordó que para este fin la Comisión Europea ha publicado un conjunto de recomendaciones, en parte inspiradas en el Banco Central Europeo (BCE), sobre los criterios a seguir por los gobiernos que decidan inyectar capital en los bancos o proporcionar otros tipos de ayuda. Asimismo, defendió que "desactivar la ayudas de los gobiernos antes de que los bancos hayan reforzado su base de capital y reestructurado sus negocios sobre bases más sólidas puede ser muy arriesgado", aunque destacó que "el objetivo más importante para las autoridades públicas es preservar la estabilidad financiera y garantizar el flujo del crédito a empresas y familias".