Negocio eléctrico
El modelo energético mundial plantea dos grandes retos: el cambio climático y la seguridad energética. En este contexto no podemos hablar de una solución única, pero sí podemos considerar a la electrificación del transporte como una de las líneas de actuación. El transporte consume un tercio de la energía mundial, ya que el 90% se cubre con recursos fósiles. Es aquí donde el vehículo eléctrico va a jugar un papel fundamental por sus ventajas en eficiencia a través de la gestión de la demanda y las redes inteligentes y su enorme potencial de introducción de renovables en el sector eléctrico. El vehículo eléctrico debe interpretarse como un elemento para avanzar hacia un modelo energético más sostenible y cuya implementación requerirá además de importantes cambios culturales y de hábitos.
La aparición de esta una nueva tecnología posibilitaría enormes oportunidades de desarrollo económico e industrial, agrupadas en cinco áreas:
Vehículos Eléctricos. Los fabricantes de vehículos y proveedores de componentes deben desarrollar soluciones de diseño, motorización y comunicaciones del propio vehículo. Tienen la oportunidad de innovar en el diseño, ya que la ubicación del motor eléctrico puede ser alternativa al de combustión. Además, se abre un campo de investigación para la incorporación de materiales novedosos.
Baterías. Una de las áreas de mayor complejidad técnica. Las oportunidades surgirán en las soluciones para aumentar la capacidad de almacenaje de la energía o la reducción de la peligrosidad de las mismas. Además, la búsqueda de alternativas al litio es otro campo de investigación de primer nivel.
Red Eléctrica. Los vehículos eléctricos son ante todo una solución para lograr un sistema energético más sostenible. La innovación debe permitir el desarrollo de nuevas soluciones de almacenamiento, a través de redes de integración de energías renovables. Este aprovechamiento será posible gracias a la llegada de las denominadas redes inteligentes (smart grids).
Infraestructuras de carga de baterías. Los cargadores deben tener la capacidad para ofrecer un servicio rápido y de calidad, sin acortar la vida de las baterías y no generar problemas a la red. Existen ya grupos de expertos trabajando sobre el concepto de "electrolineras".
Enfoque sociológico. No debemos olvidar que la meta es poner la ciencia, la tecnología y el consiguiente desarrollo económico al servicio del usuario final. La única estrategia realista es la introducción del vehículo eléctrico a través de campañas de formación, comunicación y sensibilización que permitan una transformación gradual de usos y hábitos.
Lucía González Navarrete. Directora de Desarrollo de Negocio Altran Technologies