Sol Meliá ganó un 97% menos en el primer semestre, hasta 1,17 millones
Sol Meliá obtuvo un beneficio neto de 1,17 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone una caída del 96,8% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, informó hoy el grupo hotelero a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los ingresos alcanzaron los 544,9 millones de euros, lo que representa un descenso del 11,9%, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en los 85,9 millones de euros, un 30,9% menos.
La cadena hotelera consideró que la crisis se refleja "especialmente" en los hoteles urbanos, debido a las restricciones en las políticas de viajes, incentivos y reuniones de las empresas, mientras que en el segmento vacacional viene acusando las progresivas reducciones en la capacidad contratada por touroperadores y los efectos de la depreciación de la libra sobre el mercado emisor británico.
Por su parte, en la línea de optimización de costes el grupo obtuvo un ahorro global superior a 36,6 millones de euros, cifra que estaría en línea con el objetivo anual de contener costes por encima de 55 millones de euros.
Sol Meliá señaló además el "balance positivo" en el apartado de gestión de riesgos, teniendo en cuenta que la compañía no ha incrementado los índices de morosidad, y mantiene plazos de cobro "más que aceptables en la difícil coyuntura actual".
"La hotelera no quiere dejar nada al azar", destacó la empresa, que puntualizó que ha contratado la actualización del Mapa de Riesgos Global del grupo y ha desarrollado un protocolo de actuación que permita a la compañía "velar por la protección de sus clientes y empleados, así como por la continuidad del negocio", ante una eventual extensión de la pandemia de Gripe A en todo el mundo.
Por otro lado, Sol Meliá señaló que la incorporación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) al préstamo sindicado firmado con otras cuatro entidades el pasado mes de abril ha permitido que la liquidez de la hotelera "cubra ampliamente las obligaciones contraídas en materia de deuda".
A este respecto, recordó que ha renovado todas las líneas de crédito que expiraban durante el primer semestre, lo que unido a la venta, con el mantenimiento de las operaciones del Hotel Meliá Madrid Princesa, "justifican la tranquilidad en materia financiera de Sol Meliá".
La hotelera, que limitó su inversión hasta junio a 46 millones de euros, apostó por la expansión a través de contratos de gestión, alquiler o franquicia, incorporando diez nuevos hoteles a su portafolio.
La crisis podría prolongarse
La hotelera de la familia Escarrer, aun admitiendo que los recientes indicadores han mostrado una "cierta ralentización del deterioro económico", destacó la "gravedad" de la situación económica y apuntó a una posible prolongación en el tiempo de la crisis.
A este respecto, apostó por la "prudencia" y por el mantenimiento de las medidas de contingencia, con una "permanente actualización" de las mismas según la evolución de la coyuntura.
Además, Sol Meliá "acreditó la competencia de su equipo humano, la diversificación geográfica y de segmento de su negocio, y el hecho de mantener casi 24.000 habitaciones -un tercio de los hoteles- en propiedad, el 75% de los cuales se encuentran en ubicaciones estratégicas, como factores que le permiten captar las importantes oportunidades afloradas por el mercado, y que avalan una salida de la crisis en condiciones reforzadas".
Por otro lado, la compañía estimó que los hoteles vacacionales superarán "claramente" a los urbanos, mientras que el segmento de los viajes de negocios seguirá afectado por los recortes de gastos corporativos en todo el mundo.
"El ligero incremento registrado en las solicitudes de eventos corporativos relacionados con actividades comerciales acredita que existe un mayor interés, aunque aún debe concretarse en una mayor demanda", puntualizó Sol Meliá.
Así, consideró que la temporada de verano adelanta una "recuperación" en la demanda de último minuto en importantes mercados emisores como Reino Unido, España, Alemania y los Países escandinavos. Los hoteles vacacionales españoles, por otra parte, se estarían viendo favorecidos por la preferencia de los viajeros europeos por los destinos de corta y media distancia.