Cómo convencer de un cambio sin perder liderazgo
El profesor de Política de Empresa de Esade José Luis Álvarez recomienda tres libros sobre cómo afrontar los cambios sabiendo qué es lo urgente y cómo liderarlos.
REACIOS AL CAMBIO
TÍTULO: Immunity to change: how to overcome it and unlock potential in yourself and your organization. AUTOR: Robert Kega y Lisa Laskow Lahey. EDITORIAL: HBS Press. Las transformaciones organizativas vuelven a estar, por obvios motivos, de actualidad. Durante el largo periodo precrisis el cambio significaba crecimiento, pero frecuentemente sobre los mismos o similares parámetros estratégicos y organizativos, porque lo que no se trataba estrictamente de cambio.
Las buenas noticias acerca del cambio organizativo es que se sabe cómo hacerlo, se conocen sus mejores prácticas, el check list de acciones a tener en cuenta para su implementación. Y se conocen porque en las anteriores crisis económicas se refinaron los comportamientos necesarios para su liderazgo.
Por supuesto, el conocimiento de estas buenas prácticas no es suficiente para la exitosa implementación de la transformación organizativa. Se requiere, además, buen juicio y mucha prudencia para adaptarlas a la tesitura concreta a que se pueda enfrentar el directivo de que se trate. Y también buena suerte.
El libro de Kegan y Laskow trata del que probablemente sea el aspecto más difícil del liderazgo del cambio: cómo lidiar con resistencias persistentes al mismo. La perspectiva de los autores es muy pedagógica, no en vano son profesores de la Escuela de Educación de Harvard, y de manera muy aplicada ayudan al ejecutivo lector a entender, y después a actuar sobre ello, la relación entre estrategias de los resistentes al cambio, sus objetivos tanto los explícitos como, y muy importante, los implícitos.
LO URGENTE
TÍTULO:A sense of urgency. AUTOR: John Kotter. EDITORIAL: HBS Press. El librito de Kotter Leading Change, resumido en un legendario artículo de la Harvard Business Review con el título de Why Transformation Efforts Fail, publicados hace más de una década, ha sido en mi opinión el mejor breviario disponible para directivos sobre gestión de transformaciones organizativas: lo caracterizaban el sentido común, realismo, aplicabilidad y concisión.
Después de algunas publicaciones fallidas en los últimos años, John Kotter ha vuelto a publicar un libro esencial de enorme actualidad y utilidad para cualquier directivo que se encuentre en la tesitura de transformar o dinamizar su organización.
Una de las paradojas de la crisis actual, de hecho de toda situación de urgencia, es que no genera automáticamente la disposición para cambiar, que a pesar de datos en contra la complacencia con el status quo es una de las características naturales de los seres humanos. Sin unas políticas persistentes, claras, enfocadas a los comportamientos de empleados y profesionales, para generar, como el título del libro, un sentido de urgencia, el cambio no va ser posible
Los libros de Kegan & Laskow y el de Kotter constituyen la mejor caja de herramientas disponible actualmente para directivos tratando de empujar procesos de cambio (y sobrevivir al intento).
EL LIDERAZGO
TÍTULO: Julius Cesar. AUTOR: Adrian Goldsworthy. EDITORIAL: La Esfera de los Libros. No todas las lecciones sobre dirección de empresas o liderazgo están en libros explícitamente escritos sobre management, ni siquiera sobre sucesos contemporáneos. Aclamado por la crítica y por colegas historiadores, este libro es de indudable interés para directivos.
Lo sorprendente de la figura de Julio César es su modernidad. Es un empresario político y económico (en la antigüedad ambas cosas iban unidas), muy consciente de sus competencias, identidad e imagen (era tan consciente como Barak Obama), con una orientación al networking (antes obviamente de la palabra e incluso del inglés) que es en sí toda una lección.
Julio César entendía que la mecánica que mueve la política y vida social era el intercambio de favores. Y el libro es una exhibición de ello. Sus casi setecientas páginas (compensa la brevedad del de Kotter) se leen como quien bebe agua: el libro no debe durar más de una semana en el caso del más premioso.