Convenios en fuera de juego

La negociación colectiva está casi culminada, con más de siete millones de trabajadores con las condiciones laborales pactadas para este año. Pero sus resultados son impropios de la situación que atraviesa la economía, pues recogen subidas salariales nominales cercanas al 3% cuando la inflación negativa supera el 1%, y, lo que es más llamativo, cuando en el último año se han destruido casi 1,5 millones de empleos asalariados, ni más ni menos que el 7% de los que existían hace un año. No parecen coherentes subidas generalizadas de la remuneración salarial con la destrucción de empleo masiva que experimenta la economía.

No obstante, varios centenares de convenios, que regulan las condiciones de más de cinco millones de trabajadores por cuenta ajena, recogen la posibilidad para la empresa de suspender la subida salarial pactada. Es la tradicional cláusula de descuelgue. Aunque su inclusión en los acuerdos es nominalista y su aplicación bastante inusual, es un elemento que puede ayudar a superar los problemas de demanda de las empresas. En todo caso, sindicatos y patronal deben repensar un sistema de negociación colectiva que impide aplicar las alzas salariales en función del desempeño de cada plantilla, salvo contadas excepciones, y que debe convertirse en el mejor sistema de incentivar la productividad, en vez de frenarla.