Los bancos compiten por gestionar y financiar el déficit de tarifa
Los bancos, que no acudieron a las subastas del déficit de tarifa realizadas por la CNE, pujan ahora por una deuda que va a contar con el aval del Estado. También las gestoras de sus grupos compiten con firmas independientes por administrar el fondo al que irá el pasivo. Queda por ver si pueden desempeñar las dos funciones, algo que fijará uno de los dos decretos que regulará el proceso, que se alargará hasta marzo de 2010.
El trámite para colocar en el mercado el déficit de tarifa (la deuda contraída con las eléctricas por los consumidores debido a las subidas insuficientes de las tarifas) se podría dilatar hasta marzo del año que viene, pese a que va a contar con el aval del Estado. Esta garantía pública, que las eléctricas habían reclamado al Gobierno a la vista de las dificultades de la Comisión de la Energía para subastar el déficit sin titulizar (de la tres pujas que ha realizado dos quedaron desiertas), fue incluida en el real decreto ley de medidas energéticas convalidado por el Congreso el pasado mes de abril. Del déficit reconocido y sin pagar (unos 12.000 millones a finales de 2009, según estima la CNE), casi 6.000 millones siguen sin ser cedido y está siendo financiado por las empresas.
El desarrollo reglamentario de esta ley iba a ser incluido en un único real decreto, pero, finalmente, se ha desdoblado en dos: el primero, que ya está en el Consejo de Estado y podría aprobar en septiembre el Consejo deMinistros, se limita a constituir la comisión interministerial entre Economía e Industria que elegirá a la gestora que administrará el fondo al que irá a parar el pasivo del déficit. Esta comisión estará compuesta por el secretario de Estado de Energía, PedroMarín (que la presidirá); el de Economía, José Manuel Campa; la directora general del Tesoro, Soledad Núñez, y el nuevo director general de la Energía, cuyo nombramiento está previsto para finales de agosto. La comisión deberá definir los principios generales para elegir la gestora y sus funciones.
Posteriormente, en un segundo real decreto, muchomás complicado de tramitar, se deberán definir los derechos que ceden las empresas, el precio y los instrumentos a través de los cuales se colocará la deuda del déficit.
Aunque la indefinición es, por el momento, la tónica del proceso, los grandes bancos pujan ya por la financiación del déficit y también, a través de sus gestoras, por administrar el fondo. Sin embargo, y esta es una de las decisiones que deberá incluir el segundo decreto, está por ver si una entidad financiera puede desempeñar ambos papeles, pues hay quien no considera correcto que quien organice una subasta acuda a la misma.
Si los bancos quedan fuera de la gestión, el gato al agua se lo llevarían las firmas independientes. Entre las que han manifestado su interés se encuentran Titulización de Activos (TdA), Intermoney o Ahorro Corporación. La comisión mixta entre Economía e Industria deberá determinar cómo se elige a la gestora, si será una sociedad o varias las que desempeñen este papel y si los bancos quedan fuera.
Si es así, éstos se limitarían a financiar la deuda y, según fuentes del sector, habrá pastel para todos. Según la norma, este año el Estado podría avalar hasta 10.000 millones y, si fuese necesario, en siguientes ejercicios, la ley de Presupuestos podría aprobar nuevos avales.
El real decreto, en cuya elaboración tendrá un papel relevante el Tesoro, deberá definir los derechos que se ceden (activo) y cómo funciona el fondo (pasivo); si el producto que se va a colocar en el mercado son bonos, préstamos u otro tipo de instrumentos y si la deuda se subasta o no y a qué precios se comprarán los derechos a las eléctricas.
Pero, antes de todo, habrá qué determinar los déficit pendientes. El que resultamás claro es el de 2006 (unos 2.200 millones de euros), ya que el registrado en 2007 fue titulizado por la CNE. En cuanto al de 2008, hay que restarle la minoración del CO2, cuyo cálculo prepara el regulador energético. Además de liquidar los derechos de emisión, en 2008 hay que restar un superávit de 2007, además de añadir los déficit de los sistemas extrapeninsulares, que tienen una regulación especial y explota Endesa.
El baldón de las cuentas del sector
Las empresas eléctricas esperan con impaciencia eliminar de sus cuentas el déficit de tarifa de 2006 y 2008 que tienen sin titulizar: una deuda de casi 6.000 millones, de los cuales, la mayor parte corresponden a Endesa (3.086 millones) e Iberdrola (2.875 millones).Sin embargo, aunque el aval del Estado ha despejado el futuro para su cobro, el proceso para colocarlo en el mercado como un bono o préstamo lleva su tiempo y podría dilatarse hasta el año que viene. Una de las trabas es determinar las cantidades del embrollo del déficit.Sobre la deuda contraída desde comienzos de la década por los consumidores, cuyo pago se difiere a 15 años para evitar subidas de tarifa, hay que tener en cuenta muchas variables: el déficit total generado (casi 14.000 millones hasta finales de 2009, según la CNE); el que ya han pagado los ciudadanos en los últimos años en su recibo (unos 2.000 millones, con lo que quedarían 11.948 millones); el que ha sido cedida a terceros (el 44% de éste) y el que siguen financiando las empresas (un 56%, que equivale a los citados 6.000 millones).Además, hay que distinguir entre la deuda legalmente reconocida, (en 2007 y 2008 la tarifa admitió un déficit ex ante), y la que está sin reconocer (el caso del déficit de 2009) y a la que, aún reconocida, se deben restar los derechos de CO2 gratuito que las empresas trasladaron a los precios. En definitiva, un enorme lío.